¿Bombardeo de amor?

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MTF. Alfredo Arévalo

Ha pasado el 14 de febrero y después de esas muestras de amor las parejas han vuelto a una “normalidad”; pasada esta fecha recordé el término “Love Bombing”, que tienen un uso relativamente nuevo pero ya se empleaba dentro de la pareja desde hace tiempo. Este bombardeo de amor se presenta en algunas relaciones en la primera etapa, donde se idealiza a la pareja, y como su nombre lo dice se utilizan muestras excesivas de afecto para “demostrar” el interés que se tiene sobre la otra persona.

Este concepto puede parecer muy actual, como otros que ya hemos hablado: el Ghosting, el Breadcrumbing, y otros tantos que se emplean para identificar relaciones poco saludables; este término surge en los 70’s en una iglesia que buscaba atraer adeptos, La Unification Church utilizo excesivas muestras de afecto para que las personas sintieran este sitio como su lugar seguro, utilizando las necesidades afectivas de las personas para atraerlos a ellos.

Hoy en día, esto del bombardeo de amor es una técnica para controlar y manipular personas, estas muestras exageradas de amor y de atención están relacionadas con el narcisismo, pues las personas que suelen utilizar esta técnica de manipulación son personas con este trastorno de personalidad. Quienes emplean esta técnica suelen ser personas inseguras, ególatras narcisistas y manipuladores, para enganchar a la persona con la que quiere estar la bombardea de muestras excesivas de atención, prematuras muestras de amor y de incondicionalidad.

Esta es una herramienta muy sutil para manipular a alguien, la persona queda atrapada, y cuando ese bombardeo de amor cae siente que hizo algo mal, que lo que se terminó por su culpa, en este punto ya se puede manipular y castigar con chantaje emocional.

Ya en este punto podemos observar una secuencia, y esta se basa en las 3 fases del amor narcisista; la fase número uno se llama idealización, que es donde entra el bombardeo de amor, al principio todo es un sueño, se cumplen todas las expectativas, se esta presente incondicionalmente, en este punto perdemos la realidad; te embriagas de tanto amor, lo cual es normal, pues a todos los seres humanos nos seduce que nos amén eso nos hace muy vulnerables a este tipo de herramientas de manipulación.

Esta primera fase se basa en recabar información, tus defectos, inseguridades, secretos, heridas, etc.; luego toda la información se utiliza para manipularte emocionalmente, luego llega la fase 2, Devaluación, esto implica que después de la etapa perfecta de luna de miel, el cariño excesivo se transforma en control, furia, desaprobación, castigo, presión, y amenazas. Todo esto forma parte de un juego de manipulación psicológica hasta convertirse en el dueño o la dueña de los sentimientos, pensamientos, acciones, y decisiones de la persona manipulada.

Esta fase puede convertirse fácilmente en una situación de violencia, pues se comienza a perder la individualidad, cediendo el control de lo que se hace a la persona, y se vive esperando que se presente la fase 1 de regreso, con esas muestras de afecto que vuelven de manera esporádica solo para mantener el control.

Sus agresiones y críticas son excesivos, ahora te conviertes en una posesión, como si fueras su objeto, su trofeo; la última fase es comenzar a dudar de ti mismo, a creer que estás haciendo algo mal, este juego de manipulación te quita tanta energía que te quedas en ese vínculo paralizado, aislado, sin saber qué hacer, te vas apagando poco a poco y vas aceptando las migajas de amor que cada tanto la persona que te manipula te da la última fase se llama la fase del Descarte.

Podemos observar cómo esto se convierte en un desgaste de la persona, dentro de las situaciones de violencia también hay un desgaste progresivo, pero lo peligroso es el disfraz de amor que se emplea en esta manipulación; en un principio la persona puede darse cuenta de varias banderas rojas, pero decide no hacer caso, por miedo a quedar sola o perder ese amor. Cuando la persona se da cuenta es porque ya esta en la fase tres, y el nivel de incomodidad ha crecido bastante, algunas logran salir gracias a sus redes de apoyo, pero otras al perderlas creen que tienen que quedarse con esta persona.

“Cada historia de amor es en potencia una historia de aflicción. Si no al principio, más tarde. Si no para uno, para el otro. A veces para ambos”.  Julian Barnes.