Tiempo Fuera

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Por: Adalberto Contreras

¿A quién le darías el último balón para definir el juego?

Existe una página que me gusta mucho en Facebook, la cual recomiendo ampliamente llamada “NBA Hardwood Classics”, en la cual subieron el video del sexto partido de las Finales de 1998 entre Chicago Bulls y Jazz de Utah. El juego se hizo épico no solo por coronar de nueva cuenta al mejor equipo de todos los tiempos para muchos, sino por ver el último minuto de la “historia perfectamente contada en el basquetbol de la NBA”. En lo que se conoce como “la caja chica”, Michael Jordan anota 2 tiros libres para empatar a 83 el marcador quedando 58 segundos; después John Stockton juega al poste bajo con Karl Malone, el cual jala doble marca y precedido de un corte, Stockton queda solo en el ángulo de 450 del lado contrario para anotar un triple a falta de 41 segundos y aventajar al Jazz por 3. Los Bulls elaboran una estrategia de ofensiva rápida (2X1), para que Jordan con una colada enceste en solamente 4 segundos. Quedan 37 segundos y el score marca 86-85 a favor de Utah. Jeff Hornacek y Malone buscan intercambiar defensivo debajo de la canasta, pero el 23 de los Bulls intuye que el balón va para el mejor hombre del equipo contrario y roba la pelota por el lado ciego. Con 19 segundos por jugar, MJ decide no pedir tiempo fuera para aprovechar el desconcierto y temor que impera en el equipo local. Advierte que en sus manos está el campeonato, y faltando poco más de 9 segundos emprende el vuelo. Comienza a penetrar desde el lado izquierdo y hace un crossover a la altura del tiro libre, dejando a Bryon Russell en el suelo y con la cintura completamente torcida. Lanza el balón. Lo demás es historia. Evidentemente un escueto relato no expresa en su totalidad la magnificencia de la jugada, pero es ineludible no pensar en “The last shot” cuando pensamos en jugadores definidores de partidos. Los 2 últimos juegos de Leñadores contra Abejas de León, se decidieron en los últimos minutos. Los aficionados que nos dimos cita en el Auditorio del Pueblo, estuvimos al borde de la butaca. Mojica fue el verdugo en el primer encuentro y Famous en el segundo. No pretendo con esto comparar las sensaciones vividas en Durango con las de hace 20 años en la NBA, sería absurdo. Lo que quiero dar a entender es que emociones de este tipo a cualquier escala o nivel, son bienvenidas y se deben agradecer. Por eso es importante acudir a los partidos. Con esto espero que la gente se haya motivado a asistir a los siguientes encuentros de Leñadores, que muy seguramente nos dejarán a más de uno con el alma en un hilo. Por eso y otras cosas, el basquetbol es el mejor deporte del mundo. ¿A quién le darías el último balón para definir el juego? Lánzalo tú. NUNCA DEJES DE BOTAR EL BALÓN.