Como cada viernes los amantes del deporte ciencia a jugar se juntaban,
desde temprana hora quien deseaba en el WhatsApp se apuntaban,
aunque nunca faltaba quien de última hora se interesaban,
vamos en camino, espérenos por favor y le aceleraban sino no jugaban.
Alejandra, Mariana, Isis, Hanna, Sofi y Karol al lugar arribaban,
Alejandro, Felipe, Salvador, Federico y Raúl de las partidas platicaban,
al Club Meagi & Bringas Chees, la Huesuda llegaba fiel a su costumbre y sin ser invitada,
se quería llevar a todos y una opción para dejarlos en este mundo les daba.
Les juego unas simultaneas y si ganó se van conmigo al otro mundo,
todos se ponían de acuerdo pues no querían irse al inframundo,
cada uno tenía buen nivel y era casi un hecho que le ganaban,
aceptaron gustosos, sin saber que de todos modos se condenaban.
Comenzaron las partidas y uno a uno los movimientos realizaban,
habilidosa y ventajosa a cada uno ponía en jaque y se espantaban,
Mariana de la mesa se levantaba y no quería que se le acercará.
la huesuda la vigilaba de cerca, pues no quería que se le escapará.
Después de unos minutos fueron uno a uno perdiendo la partida,
la huesuda cerró la puerta para que no fueran a emprender la huida,
Isis y Sofi horrorizadas en un rincón ya estaban rezando,
pero ya todo estaba dicho y la huesuda se estaba burlando.
Desde ahora los torneos se llevan a cabo en otra dimensión,
todo porque los ajedrecistas se dejaron llevar por la emoción,
de ganarle a la Huesuda y al final saber que fue solo una ilusión,
a todos, sus familias continuamente les llevan flores al panteón.