El viernes 1 de noviembre, arranca -otra vez- el proceso electoral 2024-2025 donde junto con Veracruz, vamos a renovar a los presidentes municipales. Se solicitan 450 millones pesos para organizar las elecciones en Durango.
¿Se queda o se va Toño Ochoa?
¿Qué va a decidir el jefe político de Durango?
¿Los restantes municipios se irán a Morena?
Desde el 1 de noviembre el tema principal es si habrá coaliciones o no, y eso se va a tardar algunas semanas en decidirse, también si en ello los posibles aspirantes, recibirán el beneficio de la propuesta común. En lo personal, detesto el despilfarro. Es un gastadero de dinero como si en estos momentos sobrara. No comprendo cómo y por qué sí hay dinero para elegir electoralmente autoridades con un sistema carísimo, pero no hay para arreglar las carreteras, mejorar el sistema de salud, la educación, los apoyos a los campesinos, la seguridad.
Vamos a elegir o reelegir un nuevo alcalde por tres años, mismo que no va a tener dinero para las obras más necesarias. Y los 38 nuevos alcaldes, también andarán en la miseria con sus municipios.
¿Van a aumentar los impuestos?
Durango está pobrísimo y su destino estará ligado a la habilidad que tenga Esteban para arrimarse al gobierno del centro y que lo apoyen. De otra manera, la inversión central en Durango sólo estará en buenos propósitos. Por mucho que nos digan en papeles que la inversión federal en Durango es cuantiosa, los beneficios no se ven. Sólo destacan el agua para La Laguna y una potabilizadora aquí. Proyectos no concluidos.
Algo muy pobre para las necesidades locales.
Estamos en el entendimiento que la Sra. Sheinbaum quiere súbditos. Para agradarle, ¿será que en Durango el PRI deba morir?