Por El ILUSIONISTA
Magazoooo… ¿Qué pasó, aprendiz?… El licenciado Juan Nava Stenner ante el monumento a Francisco Zarco, hizo gala del manejo del español y ofreció una cátedra de qué es ser un periodista, nos mostró lo ingratos que hemos sido los periodistas y los gobernantes en turno, de la lucha que él y su generación emprendió por la defensa de la libertad de expresión, rescatando el legado de un gran duranguense que no se estudia en las aulas de las escuelas de comunicación en su tierra natal y sólo se le recuerda en los actos cívicos, donde los jóvenes aprendices de periodistas no van; por eso quiero rescatar este mensaje a las nuevas generaciones “Un buen periodista debe tener la virtud de ser un buen periodista, y es la del sacrificio, es curiosidad, es independencia, es tiempo y es conocimiento, Juan Francisco Zarco Mateos -Fortun- ya nos vamos y te vas a quedar solo de nuevo, nos vas a mirar pasar a diario, algunos te verán con desdén, para otros pasarás desapercibido y pocos habrán de notar que entre ellos los periodistas de Durango, que una rosa roja, frágil y sutil ha nacido en tu jardín”. Un discurso digno de hacer llegar a todos los que nos decimos comunicadores, un discurso lleno de imágenes, sentimientos, que estrujan la conciencia a tan grande indiferencia; me hubiera gustado que lo hubiera escuchado el gobernador del Estado, el alcalde capitalino, los diputados del Congreso del Estado y la magistrada presidente del Supremo Tribunal de Justicia, como todos los rectores de las instituciones de educación superior que no saben la importancia que ha tenido el legado de Zarco a la democracia de nuestro país, y como lo dijo el licenciado Nava Stenner, pasaron 100 años para las primeras leyes en beneficio de la libertad de expresión en este país. Por eso propongo que todo el gremio periodístico se sume a la iniciativa que hoy propongo en esta columna, de poder tener un pebetero encendido con la flama de la libertad de expresión que 24 horas se mantenga encendida como muestra que desde la tierra de Zarco la libertad de expresión sigue viva a pesar de los gobiernos y de sus políticas.
