Muere Miguel Ángel Vargas, reconocido periodista

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+Crónicas de antología y brillantes reportajes.

+Cubrió fuentes presidenciales y fue director de Turismo.

+Su paso por LA VOZ DE DURANGO fue brillante.

Por: Juan Nava Stenner

Durango, Dgo., 14 de agosto.- En las lejanas estepas del semidesierto de Durango, el reportero Miguel Ángel Vargas Quiñones escribía sobre las cabalgatas, persecución y muerte de Ubaldo García, quien robaba a los ricos para darle a los pobres. Nadie habló con él, sólo Miguel Ángel, en la oscuridad del anonimato, y del silencio. Un personaje de película que disparaba certeramente desde el caballo con fina puntería, que agudo, Miguel Ángel Vargas describía en sus textos con exquisita pulcritud. Ese Ubaldo García era un héroe popular en las rancherías.

Miguel Ángel Vargas era el reportero estelar de LA VOZ DE DURANGO, donde hubo una redacción de estrellas: Fernando Meraz, Didier Bracho, entre ellos. También Miguel Ángel habló con un individuo que adoraba al demonio y cuidaba sus infernales intereses en la película “La Lluvia del diablo”.

Miguel habló con el director y actor de “un hombre llamado caballo”, y un sinnúmero de notas, entrevistas, reportajes, con una fina redacción y cuidado meticuloso de la ética. Vargas en esos años, era el reportero de reporteros, temido, amable, observador, agudo.

Entrevistas personales con Ignacio Castillo Mena, Héctor Mayagoitia, Miguel González Avelar, Bernardo Sepúlveda Amor, Carlos Herrera Araluce, Armando del Castillo y Manuel Barttlet y muchos hombres dedicados a la política y la alta empresa, caracterizaron a un reportero brillante y sagaz.

Lo conocí al entrar a LA VOZ DE DURANGO en 1972, porque yo era el fotógrafo social, sección que conducía quien más adelante sería el amor de sus amores, Chelito Carrete de Vargas, una profesional, dedicada, trabajadora, guapa. Eran en ese entonces de los joviales años, la pareja perfecta. Cubrí mi primera campaña política a su lado, la de Héctor Mayagoitia y en mi poca experiencia como reportero y fotógrafo, Vargas me guiaba con amistosa paciencia.

”Juanito”, me decía, siendo director de Turismo, me dio mi primer trabajo fuera de la familia y junto con Sergio Jáuregui, visitamos los incipientes y nuevos sets cinematográficos donde hice mis primeras fotos a color. A miguel y a Fernando Meraz les dio por hacer cine también y rodaron un Súper 8 sencillo donde actuaba la belleza duranguense Herminia Guerra.

Por su calidad informativa, organizativa y don de gentes, Miguel Ángel Vargas ingresó en el Gobierno federal donde se desempeñó como reportero de fuentes presidenciales. Estuvo en Notimex y en la Presidencia de la República, de José López Portillo y luego con Miguel de la Madrid. Pasó por Canal 11 también. En el terremoto de 1986, Miguel Ángel y Chelito regresaron a Durango para luego apoyar al empresario Chibeto Rosas a lanzar el proyecto CIMA.

Su paso por LA VOZ DE DURANGO dejó huella. En un periódico económicamente empobrecido, pequeño, humilde, dar de más siempre es una virtud. Miguel Ángel Vargas lo dio todo y llegó a ser jefe de información.

Miguel Ángel deja en mi, y en LA VOZ DE DURANGO, en sus amigos y conocidos, una profunda huella de amistad y reconocimiento. ¡Reporterazo! si me piden una descripción, ¡buen amigo!, querido amigo y por eso, confieso que su partida me puede y sé que a donde vaya, hará periodismo del bueno con mi papá, con Didier, con Chava Vázquez, con Láinez que ya lo estarán recibiendo porque esta profesión fue su vida plena, su realización y que junto a su Chelito Carrete, forjaron un nombre y un lugar en la historia de Durango.

Deja también dos hijas, Bárbara y Karmina, que le dieron nietos que presumía orgulloso. Le sobreviven hermanos y numerosos amigos. Deja Miguel Ángel, un vacío en todos los que lo estimamos. Descanse en paz.