Tiendas chinas invaden el Centro Histórico

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  • Mínimo una por cuadra.
  • Comerciantes locales que se dedican a la venta de productos importados adquiridos a terceras personas, son los principales afectados ante la llegada de esos establecimientos porque ofertan artículos a un mejor precio, sin oportunidad de competir.

César Rodríguez / La Voz de Durango

Las famosas tiendas “chinas” tienen un incremento desmedido en los últimos meses en el Centro Histórico de la ciudad, pues hace algunos años sólo se observaban en ciertas plazas comerciales, actualmente abundan en las principales calles del primer cuadro.

En un recorrido por avenida 20 de Noviembre, dicha vialidad se observa repleta de estos establecimientos, pues mínimo hay uno en cada cuadra, mismos que ofrecen artículos desde tres pesos, con vasta variedad en electrónica, bisutería, herramientas y hasta artículos para cocina.

Dichos comercios se observan abarrotados y ofrecen productos a menor precio que lo publicado en internet, por lo que la ciudadanía ha optado por comprar infinidad de productos de esta procedencia.

De tal manera, este tipo de establecimientos ofrecen la compra de artículos por mayoreo, por lo que se promueve que más de este tipo de tiendas se extiendan en la mancha urbana.

CALIDAD DE LOS PRODUCTOS

En China, al igual que en todos los países, existen productos de buena y mala calidad. Sin embargo, hay un mito arraigado difícil de desmentir: “Los productos chinos son malos” o “los artículos chinos no son de buena calidad”. ¿Pero realmente los productos de China son de mala calidad? Conocemos al país asiático como “la fábrica del mundo”, pero la calidad de los productos depende completamente de cada empresa y su cumplimiento de los estándares de calidad. Por lo tanto, no se puede generalizar y afirmar que los artículos chinos son buenos o malos.

Comerciantes locales que se dedican a la venta de productos importados adquiridos a terceras personas, son los principales afectados ante la llegada de esas tiendas porque ofertan artículos a un mejor precio, sin oportunidad de competir, pues su margen de utilidad se reduciría al mínimo.