MTF. Alfredo Arévalo
Dentro de los procesos personales algo que nos causa mucho conflicto es entender qué cosas están en nuestro control, porque al buscar cambiar nosotros creemos que todas las demás personas o situaciones a nuestro alrededor deberían cambiar; y son muchas las veces en las que nos agobiamos por la idea de querer controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor y nos enfadamos cuando el resultado obtenido no es igual al esperado.
Pero te invito a considerarlo, hay situaciones que buscamos cambiar, porque el resultado no es favorable para nosotros, por ejemplo, en realidad no te enfadas porque hoy haya llovido, sino porque ha llovido y tu no lo habías previsto, y como un resultad te mojaste. En este sentido el tiempo no tiene la culpa de ello, ni la situación, es algo no previsto que tratamos de entender desde la idea del control.
Otro ejemplo seria con personas, por ejemplo, ¿Te has enfadado con el vecino?, El problema no es el vecino en sí, sino que ha surgido algo que tu no esperabas y no controlabas y por eso te has enfurecido; que él decida dejar la basura en la calle, que se estacione en tu cochera o lo que sea que él haga es su decisión, y no puedes cambiarla.
Hay ocasiones que pacientes, tratan de detener cosas en las que claramente no podemos hacer nada, como la muerte o la vida misma y todo lo que estas situaciones tienen a su alrededor; hay quien intenta controlar el crecimiento de sus hijos, el tiempo, las esperas, las conductas de los demás, las enfermedades… y la realidad es que no tienen ese poder.
Algunas personas tienen la falsa idea de que tienen un poder de control, y esto los va guiando a situaciones de estrés, ansiedad, angustia, o tristeza, al darse cuenta que se escapa de sus manos ese poder imaginario. La obsesión, que nos lleva incluso a tener diferentes manías o compulsiones como si con ellas evitarás las catástrofes que se te pasan por la mente: compruebo 10 veces que la puerta esté cerrada para que no entren los ladrones.
El miedo y las inseguridades se apoderan de tu mente, y como tenemos la falsa idea de que todo lo que pasa por tu mente es cierto, te lo crees y te lo repites hasta la saciedad haciendo que cada vez quieras controlar más. La idea es todo lo contrario, tienes que aprender a vivir más en calma, ser más consciente del momento presente y no preocuparse ni magnificar por lo que crees que puede pasar en el futuro, te ahorrará muchos problemas emocionales.
Es difícil centrarse sólo en este justo momento, porque tu mente solo sabe hacer una cosa bien, que es sobrevivir, y para sobrevivir es normal que constantemente te esté dando ideas de lo terrible que va a ser algo. Para ayudarte a quitarte ese lastre de encima y vivir más en calma quiero que te hagas las siguientes preguntas:
¿Qué pruebas tienes que eso vaya a suceder?
¿Esa idea te genera consecuencias positivas o negativas?
Observando esas pruebas y consecuencias, ¿cómo puedes reformular tu pensamiento para que se ajuste más a la realidad?
En realidad, son muy pocas las cosas que puedes controlar en este mundo y básicamente se resumen en:
- Tus pensamientos (En ocasiones)
- Tus sentimientos (En ocasiones)
- Tus actitudes
- Tus decisiones
- Tus acciones
¿Te parece poco? Pues es lo que hay, no hay más, por mucho que te empeñes, no puedes controlar más allá de esos 5 factores. Y en el caso de las emociones y pensamientos en ocasiones podemos hacerlo, porque en algunas situaciones estos nos van a rebasar y es posible que no podamos controlarlos.
La idea es la misma que hemos estado viendo en la mayoría de estos artículos, tenemos que conocernos para poder hacer algún cambio, si identificas que la mayoría de tus pensamientos te llevan a la tristeza o a la angustia puedes decidir cambiar algunos de ellos, porque si has tenido mucho tiempo esta conducta será difícil cambiarlos de la noche a la mañana, pero esto no significa que no podrás tomar el control en un futuro.
“No pretendas que las cosas ocurran como tú quieres. Desea, más bien, que se produzcan tal como se producen, y serás feliz.”. Epicteto.