¡Hasta siempre, “padre Manzanita”!, descanse en paz

0
417
  • Los feligreses, a través de redes sociales, expresaron su dolor, así como su cariño, agradecimiento, respeto y bellos recuerdos, aunado a los buenos deseos para que el canónigo Enrique Carrasco Navarrete goce de la gloria y la paz en la presencia de Dios.

Rebeca Aguirre / La Voz de Durango

Este viernes, la sociedad se vistió de luto tras enterarse del lamentable deceso el jueves por la noche, del canónigo Enrique Carrasco Navarrete, mejor conocido como el “padre Manzanita”, quien fue un sacerdote muy apreciado y conocido por parte de las familias duranguenses.

El señor arzobispo, don Faustino Armendáriz Jiménez, así como la Arquidiócesis de Durango comunicaron a través de redes sociales tan sensible pérdida, al tiempo que ruegan una oración por su descanso eterno.

La página de Facebook lució llena de comentarios por parte de los feligreses, quienes expresaron su dolor, así como su cariño, agradecimiento, respeto y bellos recuerdos, aunado a los buenos deseos para “Manzanita” de gozar de la gloria y la paz en la presencia de Dios.

El padre Carrasco se caracterizó por su cercanía y amistad con la gente, ya que era muy común que las familias le solicitaran bautizos, confirmaciones, misas de XV años y matrimonios de sus allegados, además de las típicas invitaciones de carácter social.

“Manzanita” fue cabeza de Cursillos de Cristiandad, encargado de la Pastoral Juvenil y la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de Durango; un importante promotor de la Pascua Juvenil en la entidad, Jornadas de Vida Cristiana, Movimiento Familiar Cristiano; Pastoral penitenciario; y Pastoral de enfermos en el IMSS, ISSSTE y hospitales particulares.

Relata Carlos Antonio Nájera Muñoz, quien fue acólito en Catedral en los años 80 con el padre “Manzanita” y quien lo acompañó hasta sus últimos días, que Carrasco Navarrete creó la Escuela de Monaguillos, ya que siempre buscó formar líderes para crear grupos juveniles, tales como: “Corazón de Catedral”, Juventud Viviendo en Cristo (Juvicris), Jucrisma, “Regina Coeli” y el grupo de matrimonios jóvenes Hinneni.

Enrique Carrasco actualmente se desempeñaba como encargado de la capellanía en el templo de María Auxiliadora, ubicado en la colonia Juan de la Barrera, lugar donde permaneció por alrededor de 20 años; en 2001-2003 fue párroco de San Francisco de Asís, en San Juan del Río, Durango; de 1987 a 2001, párroco de Santa Ana y la Sagrada Familia en esta ciudad; de 1980 a 1987 permaneció en la Catedral Basílica Menor, convirtiéndose en el primer párroco en la historia del lugar, al tiempo que recibió el nombramiento de Canónigo honorario el 29 junio 1983 y el cargo de Presidente del Tribunal Eclesiástico, de 1983 a 1987. Mientras que de 1976-1980, fue padre adscrito al templo de San José de esta capital; de 1970-1976, capellán del templo del Pueblito, en Gómez Palacio, Durango; también de 1969-1970 fue párroco de Santa María de Guadalupe; e inició su sacerdocio en la Parroquia de San Antonio de Padua, en Vicente Guerrero, Durango, durante el periodo 1967-1969. El presbítero Enrique fue ordenado en 1967 en la Catedral de Durango.

Sus restos mortales son velados en el templo de María Auxiliadora este viernes, y su Santa Misa Exequial está programada para este sábado 18 de marzo en punto de las 10:00 horas en la Catedral Basílica Menor de la Inmaculada Concepción.