- Sin supervisión.
- México es el primer lugar en obesidad infantil, sólo dos de cada 10 niños comen verduras y leguminosas.
César Rodríguez / La Voz de Durango
El pasado 29 de septiembre se avalaron por unanimidad diversas iniciativas con proyecto de decreto que reforman y adicionan diversas disposiciones a la Ley General de Educación en materia de salud alimentaria en las escuelas. El dictamen tiene por objetivo mejorar la alimentación de niñas y niños en los planteles escolares, así como regular y prohibir la venta de los alimentos que no cumplan con los criterios nutrimentales, de tal manera que es la segunda reforma que prohíbe comida chatarra en las escuelas.
No obstante, esta Ley federal no se aplica en la ciudad capital, puesto que se persiste la venta de comida chatarra al interior y exterior de las escuelas, ya que no hay autoridad que supervise estos productos.
Tal es el caso de la escuela primaria Carmen Romano de López Portillo, donde los alumnos tienen la libertad de salir a comprar productos ultra procesados en su hora de recreo, condición que replican la mayoría de las escuelas en la capital.
Esta regulación es importante, ya que los productos de bajo nivel nutricional son decisivos en el desarrollo de los menores, y es que la alimentación impacta en el rendimiento escolar.
México, primer lugar en obesidad infantil
El sobrepeso y la obesidad infantil en México, es uno de los problemas de salud pública más importantes. La obesidad infantil es una enfermedad crónica que se caracteriza por exceso de grasa en el organismo y se presenta cuando el niño tiene un sobrepeso mayor al 20 por ciento del ideal.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), México puede ser considerado como un país mayormente mal nutrido, ocupa el primer lugar en obesidad infantil. Las dietas deficientes provocan malnutrición en la primera infancia, el 44 por ciento de los niños de seis a 23 meses de edad no consume frutas ni verduras y el 59 por ciento no consume huevos, leche, pescado ni carne y únicamente dos de cada 10 niños a nivel escolar (de cinco a 11 años) consume verduras y leguminosas, según los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.