- En el caso del frijol se retomará el programa de semilla certificada para los campesinos: Saúl Vargas.
Alejandro Valencia / La Voz de Durango
El 2022 fue un año muy complicado para el campo, ya que se prolongó la sequía y al parecer en el presente 2023 se pronostica un agravamiento de esa anomalía climatológica, esto lo confirmó Saúl Vargas Martínez, delegado local de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en Durango.
Naturalmente frente a ese pronóstico, los ganaderos y campesinos locales vivirán un año con riesgo de no cosechar y muerte de ganado, cabe recordar que durante 2022 se sumó a la sequía, el exceso de aguas y las heladas tempraneras.
“Todos dependemos mucho de la lluvia como venga y para este año se está pronosticando que va a ser muy seco, una sequía más fuerte que la del año pasado y ojalá no, habrá que pedirle al de arriba que le abra de vez en cuanto la llavecita para que caiga tantita agua”, comentó.
No obstante, en el caso del frijol el delegado confirmó que esta semilla no demanda tanta agua, si esta se distribuye bien.
En ese sentido con tres fuertes lluvias se podría lograr la cosecha de frijol en el campo duranguense, además que la semilla que hoy tienen los productores es de buena calidad.
“Vamos a entrarle otra vez con semilla certificada, que lo sembraron el primer año semilla certificada ya tienen semilla apta, la puede usar el productor e inclusive venderles a sus vecinos”, puntualizó.