- Descomposición social.
- Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, dedicó la misa de Día de muertos a aquellos hombres y mujeres asesinados, además de las víctimas del Covid-19.
César Rodríguez / La Voz de Durango
Este miércoles se celebró el Día de Muertos y con ello la tradicional misa oficiada por el arzobispo, Faustino Armendáriz Jiménez, quien dedicó la eucaristía a aquellos hombres y mujeres asesinados, además de las víctimas del Covid-19.
Respecto al caso de Guadalupe Rojas, monseñor señaló que todo feminicidio es lamentable, con la responsabilidad de hacer valer la justicia por parte de las autoridades.
Expresó que es un tema delicado, por lo que sacar a relucir la verdad y llevar a los responsables ante las rejas, es un camino de consuelo para los familiares afectados.
En ese sentido, precisó que la Iglesia busca involucrarse en las situaciones que lastiman a la ciudadanía, a fin de conocer y guiar los sentimientos de los fieles “no estamos en una burbuja de cristal, tenemos que reconocer la realidad de la que también nosotros somos parte”.
DESCOMPOSICIÓN SOCIAL
De tal manera, señaló que las generaciones han cambiado y con ello se ha dejado de sembrar los valores de respeto y honestidad, mismos que se reforzaban desde la familia.
Expresó que la falta de disciplina se puede observar entre los jóvenes, por lo que es necesario rescatar las acciones de los padres de familia para llevar a los hijos por el camino del bien.
Asimismo, manifestó que actualmente los duranguenses presentan un tejido social lastimado, que se debe de resarcir paso a paso, con la cooperación de la ciudadanía en general.
“Creo que de manera permanente ustedes lo pueden ver en los templos, nuestro objetivo es no mirar con pesimismo esta realidad, sino mirarla con esperanza, más que alejarse necesitan ser atendidos”, concluyó.