¿Masturbación?

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MTF. Alfredo Arévalo

Hay muchos mitos relacionados con la sexualidad, uno de ellos y que más conflictos ocasiona a nivel personal y de pareja es la masturbación, alguna vez has escuchado que si te masturbabas te ibas a quedar ciego, que si lo hacías te iban a salir pelos en las manos, tal vez te han dicho que masturbarse te deja infértil, o piensas que realizarlo te hace perder potencia en tus relaciones sexuales.

La masturbación ha sido durante muchos años vista como algo negativo, y todas estas connotaciones negativas han hecho que hayamos aprendido que es algo malo, sucio e, incluso, que hay que hacerlo rápido y a escondidas. Estas creencias han afectado tanto a que se reduce nuestra sexualidad a lo coital y a realizarlo solo en pareja.

El significado de la palabra masturbación es la acción que consiste en estimular los órganos sexuales de una persona o los propios con las manos, mediante caricias, o por otro medio, para proporcionar u obtener placer. En este sentido podemos analizar que a lo largo de nuestra vida realizamos este acto de acariciar y conocer nuestro cuerpo.

Desde que somos bebés, antes de cumplir un año de vida, tocamos nuestro cuerpo para descubrirlo, llegando a autoestimularnos para explorar ese placer. Puede que te sorprenda que desde tan pequeños nos hemos masturbado, pero es algo natural en nosotros, pues aunque lo quisiéramos creer los niños y los bebés no son asexuales, solo que el significado que se le da a este acto es diferente.

Cuando vamos creciendo, nos reconocemos a nosotros mismos y a los demás, comenzando los juegos sexuales, esto no es con un carácter sucio o erótico como lo pueden ver los adultos, sino con el objetivo de descubrir. Es más, los iguales con los que realizamos prácticas de este tipo no quieren decir nada sobre nuestra orientación sexual, ya que se está explorando y descubriendo.

De los 6 a los 11 años, hay un momento natural en el que los niños sienten pudor por su cuerpo, aunque su familia haya normalizado situaciones nudistas como bañarse desnudo en la playa. La mayor parte de los investigadores afirman que los juegos sexuales no disminuyen, sino que se ocultan a los adultos, pero al crecer, como comprenderás, olvidamos gran parte de estos juegos.

Más adelante, la exploración sexual aumenta drásticamente a partir de la pubertad, convirtiéndose en la máxima preocupación a estas edades. Esto es debido a que la pubertad, como sabemos, es un momento clave en el que el organismo se enfrenta a numerosos cambios y se prepara para la reproducción.

Como podemos ver la masturbación está presente en gran parte de nuestra vida, pero, ¿qué función tendría la estimulación intencionada de las zonas erógenas de nuestro cuerpo?

Primero hay que aclarar que no es algo negativo, ni tiene consecuencias malas para tu salud física o psicológica, al contrario, hay diversos estudios que apuntan que es beneficiosa para nuestra salud física, emocional, relacional y sexual.

Algunos de los beneficios que se recogen de masturbarse son: Conocernos mejor (conocer nuestro cuerpo, lo que nos gusta y lo que nos da placer); obtener placer, ya que no hay nadie como uno mismo para conocer qué deseas en cada momento; Liberar estrés; Mejorar la conciliación del sueño; Previene infecciones; Ejercita la zona pélvica; Alivia los dolores menstruales.

Con esto podemos observar que la masturbación es una práctica saludable y positiva, pero con esto no se invita a realizarla constantemente, simplemente es quitar los tabúes a situaciones que se realizan de manera natural en nuestra vida, cada persona reside la decisión de si le gusta o no, y si quiere practicarla o no.

Es necesario eliminar los prejuicios sobre la masturbación, para de esta manera poder hablarlo con los hijos eliminando las cuestiones dañinas, se trata de normalizar el hablar de sexo con los hijos para evitar que ellos cometan errores a causa de la desinformación.

Tenemos que darnos y darles a los menores la intimidad de poder llevar a cabo estas prácticas, ya que forman parte de nuestro conocimiento sobre nosotros mismos y son beneficiosas. La manera de hablarlo con nuestros hijos es necesario aprenderlas, conocer y quitar las etiquetas que tal vez en algún momento nosotros aprendimos de alguien más, este cambio llevará tiempo, por ello, si tienes dificultades en tu sexualidad o quieres aprender un poco más sobre estas cuestiones, no dudes en contactar con un profesional que te puede orientar.

“Amar la sexualidad es amar a la vida, la veneración de la creación de vida, afirmación del triunfo de la vida sobre la muerte”.  Friedrich Wilhelm Nietzsche.