¿Por qué acudir a un sexólogo?

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MTF. Alfredo Arévalo

La vida sexual de una persona es uno de los muchos elementos que dan forma a su bienestar tanto físico como psicológico, cuando se inicia la vida en pareja viene a modificarse (o complementarse), y con ello pueden presentarse algunos conflictos tanto a nivel personal como en pareja. Y es por eso que cuando aparece algún problema en dicho ámbito la calidad de vida de esa persona se resiente a diversos niveles.

Un problema que aparece comúnmente en las parejas es la falta de deseo, algunos caen en el error de asumir que la satisfacción en lo sexual es un aspecto totalmente irrelevante, como si el sexo fuese básicamente una actividad de ocio. El llegar a este pensamiento hace que la pareja se distancie, pero esto es parte de otro proceso de separación emocional que lleva más tiempo, la parte sexual es el inicio de la separación física de la pareja.

En este sentido es donde un sexólogo o especialista en pareja y sexualidad podría apoyar a mejorar o sanar la situación que los orillo a este distanciamiento. Si partimos de la idea que el sexo es para la mayoría de las personas una actividad placentera, que nos proporciona bienestar y activación; estamos limitando esta dinámica de pareja.

Tener una vida social sana significa ser capaz de disfrutar del sexo con todo lo que implica; no es simplemente ser capaz de llevar a cabo cada actividad sexual de principio a fin, sin ningún tipo de problema físico que la dificulte, y realizando todas las acciones objetivas que queríamos llevar a cabo. Más allá de este aspecto técnico de la sexualidad hay consideraciones que tienen que ver con cómo nos sentimos ante el sexo.

Algunas personas pueden presentar problemas o alteraciones en su vida sexual que no son reducibles a complicaciones médicas o con causas orgánicas; esto puede deberse a determinados miedos o inseguridades a la hora de practicar el sexo, a problemas psicológicos relacionados con la autoestima, o incluso con la no aceptación de la propia orientación sexual.

Razones para solicitar ayuda

Para hacer frente a todas estas adversidades que dificultan una vida sexual sana, es preciso acudir a un profesional especializado en la conducta sexual humana que tratará nuestro caso de manera individualizada y de pareja, con la finalidad de ofrecer soluciones para cualquier de nuestros. Estas son algunas de las razonas por las que se debe de pedir ayuda.

Disfunciones sexuales. – La respuesta sexual humana consta de 5 fases bien diferenciadas, que son: deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución. Esto marca la conducta sexual, aunque no es necesario pasar siempre por todas estas etapas. Cuando existe una alteración en alguna de estas fases (es decir, al querer experimentarla y no poder) hablamos de disfunción sexual, uno de los tipos de trastornos más habituales en las consultas de sexología de todo el mundo.

Las disfunciones sexuales más habituales son la eyaculación precoz, la disfunción eréctil masculina, el dolor durante las relaciones o disfunciones relacionadas con la falta de deseo, la falta de lubricación femenina, y la aversión al contacto sexual.

Disforia de Género. – La disforia de género es una alteración que tiene lugar en las personas que sienten malestar por la no correspondencia entre su sexo y su identidad de género. Las personas con disforia de género pueden llegar a desarrollar muchos complejos ante su físico, lo cual no solo impacta en su autoestima, sino que también suele afectar a su vida sexual.

Parafilias. – Son también un motivo de consulta habitual en el campo de la sexología, y en este contexto son fantasías, actividades o preferencias poco habituales que la persona necesita poner en práctica para lograr la excitación sexual, y que además de ser demasiado restrictivas, en algunos casos extremos producen malestar en uno mismo y/o en los demás. Estas parafilias son muy diversas y dependen de la persona que las alberga, sin embargo, las más habituales involucran objetivos de todo tipo en la actividad sexual, vestimentas y parafernalias de todo tipo o todo tipo de roles que interpretan los implicados. Eso sí, la parafilia solo es considerada un problema en tanto que desgasta la calidad de vida de alguien.

Problemas de comunicación en la pareja. – En algunas parejas aparecen dinámicas específicas de convivencia que pueden afectar a la larga también a la actividad sexual. Este es un aspecto de la sexología que se solapa con la terapia de pareja; y es que hay dinámicas de noviazgo y de matrimonio que afectan a lo sexual y viceversa.

Creencias nocivas. – Algunas personas albergan a lo largo de su vida, a causa generalmente de la educación que recibieron de pequeños, una serie de ideas preconcebidas, percepciones o creencias relativas al sexo que les impiden llevar una vida sexual normal. Este tipo de creencias suelen estar relacionadas con determinadas corrientes religiosas especialmente conservadoras o represivas, tienen una gran cantidad de mitos e ideas perniciosas acerca del sexo, la sexualidad o la libertad sexual.

“La vida, el respeto y el día a día son una cosa, y las fantasías sexuales, otras”.  Megan Maxuell.