- Faltan 45 días para que Aispuro se vaya y llegue Esteban.
Por Juan Nava Stenner
¡Qué suplicio para Aispuro!, aguantar otros 45 días a gente que lo ningunea en las redes sociales, lo pendejea, lo minimiza porque lo consideran inepto, ineficiente, tonto, ¿qué más?…
Por supuesto que los críticos de Aispuro han de ser muy inteligentes, sabios, competentes, pero la verdad es que ninguno ha ocupado una cartera de gobierno, de una empresa, o de la sociedad misma, medianamente destacado.
Aispuro termina su sexenio y el que alguna vez proclamó un “cambio”, se irá sin lograrlo aunque las circunstancias del país fueron obvias. No es dios Aispuro para convertir las piedras en panes.
Y llega otra vez la esperanza en Esteban, un nuevo gobierno renovado, de bríos diferentes y con el apoyo de cientos de miles de duranguenses…. Vamos a ver cómo se viene el nuevo sexenio, cómo inicia el gabinete y con qué recursos piensa despegar.
Mientras a Aispuro le cerraron las puertas en todo su sexenio, a Esteban parecen recibirlo con agrado allá en México.
Aquí en Durango hay decenas que piensan en un hueso, suspiran en una chamba en el nuevo gobierno, desde una secretaría hasta subdirecciones, encargadurías, puestos medianos y menores y sobre todo asesorías que valen ahorita una fortuna. Una asesoría es participar de un sueldo o salario y no tener que presentarse a trabajar con horario y obligaciones. Esas asesorías son tradicionalmente para compadres, amigos, parientes, y no falta el empresario, comerciante, periodista, conocido o amigocho que llega a pedir un “favor” para sus hijos o hijas, papás, hermanos, amantes. Así, el gobierno de Durango se llena tradicionalmente con familias preferentes, cercanos al jefe del gobierno.
Por ejemplo en el sexenio de Herrera Caldera las asesorías pagaban de 100 a 200 mil pesos mensuales. Con Aispuro no hubo tanto dispendio o al menos tan marcado como en los sexenios priistas. Mucho de “lo mal gobernador que es Aispuro” es por eso. No hubo plazas ni asesorías notorias. Pero, también a lo mejor por eso, el llamado “Totoy” resultó todo un fracaso.
Se avizora que ante la pobreza de recursos y el poco apoyo de la federación a Durango, así como el calendario de la entrega de participaciones, el inicio de Esteban será en extremo difícil. No habrá mejoría hasta marzo del año entrante cuando la entrega de recursos fluya.
Ahorita, el nuevo gobernador nada ha dicho sobre su gabinete y desmintió cualquier acercamiento con diferentes personas parea las nuevas chambas. De todos modos habrá una reducción de gastos obligatorio y quedará en veremos, las deudas que dejará Aispuro a la posteridad.
Sería muy bueno ser transparente en cómo gasta el gobierno y a quiénes se les arriman los recursos y les dan concesiones. El famoso ”secreto” de siempre que ante la vox populi ya no lo es tanto.
No pintan bien las cosas para nadie, ni para el gobierno mismo, ni para sus proveedores, menos para la obra pública y el sector de la construcción, como tampoco para las empresas que algo quieren venderle a Durango.