- “A pesar de que el Gobierno federal tenga otros datos, nosotros vemos la realidad de nuestro pueblo”.
César Rodríguez / La Voz de Durango
Tras los hechos de sangre registrados en las últimas semanas, donde lamentablemente dos sacerdotes y un civil perdieron la vida al interior de un templo de la localidad Cerocahui, Urique, en el estado de Chihuahua, el arzobispo Faustino Armendáriz Jiménez manifestó que la violencia ha llegado a todos los niveles, desde políticos, empresariales y ahora eclesiásticos.
Asimismo, lamentó el asesinato de un reportero este miércoles en Tamaulipas, y es que la ola de violencia que se vive en el país ha afectado principalmente a sacerdotes y periodistas, esto por la naturaleza de sus labores.
En ese sentido, recordó que Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, durante la gira que realizó el pasado viernes por Jalisco, fue interceptado por un grupo de civiles fuertemente armados, quienes revisaban el paso de los automovilistas por la carretera que conduce desde la cabecera municipal de Huejuquilla, hasta la comunidad de Tenzompa.
Al respecto, señaló que en Durango no se ha llegado a observar ese tipo de situaciones, no obstante, la inseguridad incrementa día con día.
“Todos los riesgos que corre la ciudadanía los corremos nosotros, afortunadamente no hemos recibido amenazas. A pesar de que el Gobierno federal tenga otros datos, nosotros vemos la realidad de nuestro pueblo”, concluyó.