Miguel Ángel Oloño Rivas recibe homenaje póstumo

0
331

El precursor del ballet clásico en Durango, fue recordado por familiares y amigos durante un evento conmemorativo que tuvo lugar en el Museo Francisco Villa.

Por Juan José Nava / La Voz de Durango
En el marco del Día Internacional de la Danza 2022, el Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED) llevó a cabo un emotivo evento conmemorativo en memoria del maestro de esta disciplina, Miguel Ángel Oloño Rivas (1925-1988), a quien se le considera el precursor de la danza y el teatro en Durango.

Josefina Vázquez Oloño dirigió un emotivo discurso durante el evento.

El evento tuvo lugar en el patio principal del Museo Francisco Villa, donde amigos, familiares y conocidos, se dieron cita para presenciar los acontecimientos que marcaron la vida del querido maestro de artes escénicas, quien fue recordado con empatía y admiración.

La ceremonia estuvo encabezada por Josefina Vázquez Oloño, Directora del Centro del Conocimiento y las Artes (CECOART), quien estuvo acompañada por Socorro Soto Alanís, Directora del ICED, y por Héctor Farhid Flores, Director del recinto museográfico anfitrión.

Durante la ceremonia, además de emitirse un discurso de motivos que respondieron a la razón del homenaje, también se presentó un documental de vida con fotografías y testimonios hablados de personas del entorno cultural y político, que fueron cruciales en la vida del maestro. Entre ellas, resaltaron los comentarios de Carmen Moreno Hernández, Lilia Santaella, Irene Hernández Dorado, María Lilia Ortiz Villarreal, Ofelia Casas Arena, Soledad Ruiz Canaán, Elia María Morelos Favela, Lucero Hernández, Juan Antonio Burciaga y Luis Gerardo Campillo Llano.

Una nutrida audiencia se dio cita en el Museo Francisco Villa.

En la emisión, se consideró al maestro Oloño Rivas como una persona dedicada, meticulosamente disciplinada y con una energía impresionante digna de admiración y recuerdo, dejando un legado importante en Durango con sus enseñanzas y con esa sensibilidad que lo caracterizaba hacia todo el significado de arte.

Posteriormente y ya en la recta final, integrantes jóvenes del Centro de Danza Clásica de Durango dirigido por Paulina Gamboa, dieron muestra de su talento al bailar diferentes coreografías de ballet clásico y flamenco.

MIGUEL ÁNGEL OLOÑO RIVAS
Miguel Ángel Oloño Rivas nace en la Ciudad de Canatlán, Durango, México, un día 26 de junio de 1925. Sus padres: María de la Luz Rivas y don Luis Oloño Rodríguez. Ocupa el segundo lugar de 6 hermanos: Tomás, Miguel Ángel, Humberto Luis, Alicia, Judith y Carolina.

Inicia sus estudios en la escuela primaria Lázaro Cárdenas, en Canatlán, su secundaria y preparatoria en el Instituto Juárez del estado de Durango. Sigue la preparación para desempeñarse como Maestro rural, en una comunidad llamada Tominil, del estado de Sinaloa.

EL INICIO DEL BALLET CLÁSICO EN DURANGO, MÉXICO.
A la edad de 22 años le otorga una beca el gobernador de Durango, José Ramón Valdés, en el año 1948, así es como logra seguir cumpliendo su meta. Se traslada a la Capital. Motivado por su deseo de contribuir al crecimiento de la cultura, compartiendo la actuación y la disciplina artística de la Danza, en especial ballet clásico, ya que en Durango no se conocía.

Inaugura su academia de ballet clásico en el año 1960; a la vez ingresa a trabajar en el Instituto Mexicano de Seguro Social, impartiendo además de la danza clásica y folklórica, otra de sus pasiones: la actuación. montando obras de teatro y conformando un grupo de personas interesadas en las diferentes disciplinas artísticas para trabajar en conjunto y hacer crecer la cultura en Durango. Aquí inicia el auge en el ambiente cultural.

Le gustaba el folklor mexicano, dar a conocer diferentes estilos de bailes típico de otros Estados: música, vestuarios, peinados. Los sones jarochos, de Veracruz; el jarabe tapatío, de Jalisco; las polkas, la danza de los viejitos, de Michoacán, las jaranas yucatecas. Daba las explicaciones, incluso en el ballet clásico, cada pieza, de danza se bailaba conociendo su significado y su historia.

LA INTEGRACIÓN DE UNA SOCIEDAD.
El Maestro Miguel Ángel Oloño fue gran promotor del arte en el Estado, su intención la trasmite a un grupo de personas que comparten el mismo interés. Aquí es donde se da el nacimiento de la cultura en Durango; haciendo de una sociedad dispersa, un aglutinamiento por medio del arte. La unión de la sociedad.

En el Instituto Mexicano del Seguro Social fue maestro de danza clásica, folclórica y actuación durante 30 años, Maestro docente en la escuela Miguel Alemán y en FONAPAS, ahora Casa de la Cultura de Durango, hasta su fallecimiento.

DANZA Y ACTUACIÓN.
Sus obras más representativas son comentadas hasta la actualidad por personas que convivieron y participaron, tanto en sus clases de danza, como en obras de teatro, festivales que año con año presentaba al terminar sus cursos de la academia de ballet, a la que acudían un sector importante de las damas y jovencitas de la sociedad. La presentación cada 20 de noviembre en las famosas tandas; en las que participaban un gran número de actores que él mismo formó, amigos, voluntarios, que se involucraban en la actuación ensayando sketches y parodias.

Una de sus grandes puestas en escena con ballet clásico, fue, la representación de la leyenda más famosa de Durango: la monja de Catedral, misma que aún se observa en uno de los arcos de la torre izquierda de la iglesia. La interpretó él mismo, haciendo el papel del soldado francés por el que se suicida la monja Beatriz, representada excelentemente por su alumna, Irene Hernández Dorado.

Su ballet favorito fue El Lago de los Cisnes, que llegó a presentarlo espectacularmente en el lago del parque Guadiana, de Durango, logrando una asistencia impresionante, la gente disfrutando la danza, la escenografía, la música de las bocinas pendiendo de los árboles, las góndolas transformadas en cisnes, trasladando a los bailarines hacia la plataforma que servía de escenario en el centro del lago, la iluminación dando un gran efecto en la noche. Aún se recuerda esa puesta en escena en medio de la naturaleza, con admiración y emoción.

Sus representaciones más satisfactorias en los escenarios: El cascanueces, de Piotr Ilich Tchaikovski; Romeo y Julieta, de Serguei Prokofiev; La bella durmiente, de Tchaikovski; la danza del venado, que es un ritual de origen prehispánico, en veneración a los indígenas de Sonora, la representaba imprimiendo toda su pasión y de la que ganó un cúmulo de felicitaciones. Don Quijote, de Ludwig Minkus; Giselle y El Corsario, de AdolpheAdam; Sueño de una noche de verano, de Félix Méndelson; Coppélia, de Leo Delibes (uno de sus sueños fue ir a la ópera de París a ver la función).

SU TIERRA NATAL: CANATLÁN, DURANGO, MÉXICO.
Su lugar de pertenencia; viviendo con su hermana Carolina y sus hijos: Malena, Gerardo, Luz y Josefina. Hombre de familia, le gustaba convivir con todos sus sobrinos y hermanas.
Aportó su arte y cultura también a su tierra natal, Canatlán, Dgo., dirigiendo y montando obras de teatro, impartiendo clases en la Casa de la Cultura, enseñando vals a los jóvenes para los bailes de quinceañeras. Organizó la feria de la manzana, certámenes de belleza, clases de actuación, de gimnasia y de ballet clásico.

SU FALLECIMIENTO.
Su último festival se presentó como ceremonia luctuosa a su memoria, ya que lo tenía ensayado y preparado en el teatro del Seguro Social, con la ayuda de su gran amiga,la Maestra Elia María Morelos Favela.

Muere un 25 de junio a la edad de 63 años, a causa de un cáncer pancreático.

Sus restos permanecen en el lugar designado a los Hombres Ilustres de Canatlán, su cruz siempre con un beso pintado de su sobrina Josefina que aún lo extraña y lo recuerda con gran amor siguiendo el camino que el trazó.