Perla Rodríguez / La Voz de Durango
El fin de semana pasado, a través de la Asociación Nosotras Nosotros Durango, se activó en la Plaza de Armas una dinámica para reunir firmas con la finalidad que las autoridades correspondientes intervengan en el rescate del niño Bryan, de siete años, y de quien señalan es víctima de violencia sexual y maltrato.
Incluso mediante la plataforma Change.org se hizo lo propio bajo el lema “Es momento de actuar: #JusticiaParaBryan”.
Es precisamente el padre del menor, Alán Armando Reyes Hernández, quien ha denunciado la situación en que asegura vive su hijo.
“Lo que estoy pidiendo es justicia para mi hijo, le están vulnerando sus derechos. He metido dos demandas, pero las autoridades no han prestado atención, han hecho caso omiso tanto a dictámenes como a lo que expresa mi niño, quien dice que hay abuso sexual y violencia familiar”.
Ante ello, señaló que la violencia sexual es precisamente por parte de los hermanos de Bryan, de aproximadamente 12 y 10 años, donde también reprueba la omisión de cuidado.
“Expresa que hay tocamientos, que le bajan la ropa, que se suben arriba de él, lo obligan a hacer cosas que él no quiere (…) él se lo expresa a la mamá, y le responde ‘cállate, ya pasó’ o ‘ya olvídalo'”, refirió.
Comentó que en los diversos exámenes y peritajes se ha mostrado que sí hay irregularidades, incluso se pidió el resguardo del menor, sin embargo, no se procedió.
Recordó que desde el 2018 interpuso la primera demanda, en busca de justicia y de brindar mejores condiciones de vida a Bryan. Aunque realmente desde el nacimiento de él mantienen batalla por la patria potestad.
Hay un juicio familiar y uno penal, agregó Reyes Hernández. Por otro lado, denunció que tiene cinco meses de no lograr contacto con su hijo, pese a que le fueron autorizadas videollamadas.
Por su parte, la madre del menor, Fabiola Amador Santos, negó primeramente los señalamientos realizados y además declaró que este caso no es nuevo, por el contrario, pues lleva casi ocho años en batalla por la custodia de su hijo, desde los cuatro meses de edad.
“Siempre inventan cosas en la Fiscalía o en el DIF, seguido me visitan por denuncias, tengo siete años con estas visitas (…) no hay pruebas contundentes para que me quiten a mi hijo, todo lo que me han inventado de maltrato y abuso no es verdad. Me atacan, se les comprueba que no es verdad, se quejan de la autoridad y vamos con otra, así todos estos años”.
Comentó además que la denuncia por presunto abuso sexual hacia el menor la interpusieron en 2018, cuando Bryan tenía seis años y su hermano, a quien señalan de agresor, ocho años.
“Es ilógico que un niño de ocho años viole a uno de seis. Se comprobó que la abuela (paterna) le dice a mi hijo lo que diga, ‘dí esto y esto y así’, a lo que Bryan expresa que tiene miedo”.
Respecto a las firmas solicitadas a la ciudadanía, pidió no dejarse manipular y antes de apoyar este movimiento analizar lo que realmente está pasando con Bryan.
Finalmente, se dijo preocupada por el niño y reprueba los daños psicológicos que puedan resultarle ante este conflicto.
“De la Fiscalía y el DIF han ido a mi casa a preguntarme de familiares míos directos para poner en resguardo a Bryan, que es lo que pretenden. Pero además no se me hace justo que siendo falsas esas acusaciones vayan a llevar a mi hijo a una Casa Hogar. El daño psicológico que le va a quedar, el trauma, a ellos eso no les interesa”.