Graciela Rosales / La Voz de Durango
La pandemia además de afectar la salud física de las personas, ha dejado grandes daños en la economía de los mexicanos; las cifras son impresionantes cuando hablamos de fallecimientos y contagios, pero también lo son en el recuento de empresas cerradas y empleos perdidos; hoy más que nunca necesitamos la fortaleza, la unidad y el trabajo de los nacidos en esta tierra sagrada y bendita y de cualquier otro corazón bondadoso.
Es momento de tocar puertas y no en el gobierno federal, en donde ya dijeron de diversas formas que no habrá más apoyo que las becas a estudiantes y las pensiones a las personas de la tercera edad; la acción es buena, pero no es suficiente.
Será que se le está dejando toda la carga al Jefe del Ejecutivo, cuando hay senadores y diputados que por cierto cuestan muchísimo al erario público, en dónde están los impulsores de la economía que en este momento debieran buscar y encontrar inversiones, ya sé que no es fácil, pero el momento exige doble o triple esfuerzo.
Nadie ha tocado las puertas con nuestros hermanos duranguenses que radican en los Estados Unidos y que siempre han sido solidarios con su tierra; allá radican un millón 200 mil paisanos y si cada uno participa con un dólar, tendríamos más de un millón de dólares para crear un fondo para impulsar la economía estatal, claro que con un manejo honesto, transparente y público.
¿Que quién lo puede hacer?, ahí está el Instituto para la Protección del Migrante y sus Familias y las diversas organizaciones en duranguenses en el extranjero, que siempre han estado para apoyar, un equipo interdisciplinario que trabaje y concrete estrategias económicas que impulsen el desarrollo del Estado.
Yo espero que el Codedur que ha ejercido un buen presupuesto, tenga a la mano proyectos atractivos, gestores de inversiones, caminos para concretar respuestas.
Y qué decir de los grandes empresarios con recursos suficientes para sostener sus plantillas laborales, no podrían generar acciones de “ganar-ganar”, hasta ahora los únicos que han movido a ese ritmo están en la Canaco, en el Consejo Coordinador Empresarial que empiezan a generar alianzas con otras ciudades.
Por Dios, no esperemos a que el Gobernador se recupere para saturarlo de trabajo, él ha hecho su esfuerzo y hasta un poco más, el momento exige de todos, se necesita un equipo fuerte de gestores, gente que sepa moverse donde hay dinero en espera de buenas oportunidades para ser invertido.
En situaciones como la que vivimos, debe prevalecer el amor a la tierra, a la familia, doblegar orgullos y unirse en un mismo objetivo: el desarrollo del estado.