Por Chelita Rosales
Elogiar al Gobierno del Estado cuando realmente lo merece, es de justicia, y la adquisición del equipo de braquioterapia es tan importante como la vida de personas que padecen cáncer cervico uterino, de próstata o de piel; porque representa para muchos, la única oportunidad de vencer esta terrible enfermedad.
Gobernador José Rosas Aispuro Torres y señora Elvira Barrantes, no es fácil coordinar los esfuerzos de tantas personas, aún tratándose de un objetivo tan noble como la salud de los duranguenses; tiene mérito y reconocimiento que casi nunca se da a los funcionarios porque pensamos que es parte de su trabajo y que por eso reciben un sueldo.
Sin embargo, estoy convencida que hay cosas que no se hacen por un salario, que hay cosas en las que se necesita corazón y voluntad. Y es que en verdad, no se puede expresar con palabras la angustia de alguien con los bolsillos vacíos en el momento en que se requiere con urgencia un medicamento de alto costo, para su paciente de cáncer.
Desde aquí el reconocimiento al Patronato de la Fenadu que ese tiempo estuvo a cargo de José Miguel Castro Mayagoitia; a Rogelio Soto de la Asociación Ganadera; al Patronato del Centro Estatal de Cacerología (Cecan) dirigido por Irasema Kondo Padilla; y todos los que con su entrada a la feria y tal vez sin saberlo, aportaron para este equipo que coloca a Durango a la vanguardia en el tratamiento del cáncer.
En otro orden de ideas, la pandemia por el Covid-19, nos ha marcado pautas que cambian la forma de vida a la que estamos acostumbrados, pero un hecho que es de llamar la atención por las consecuencias que conlleva, es el incremento en el consumo de alcohol que comenzó a registrarse desde los primeros días de la cuarentena.
Al inicio de esta pandemia en el estado, se realizaron compras de pánico en las que se incluían productos de la canasta básica y bebidas alcohólicas, según lo reportó en su momento Mauricio Holguín Herrera, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en la entidad.
El líder de los comerciantes considera que en la cuarentena, los tiempos de ocio son aprovechados para consumir bebidas alcohólicas y en el peor de los escenarios, se da también el consumo de drogas.
El hecho es lamentable, porque se llega a excesos que vulneran la salud de los consumidores, pero además el consumo de alcohol y drogas en muchas ocasiones desemboca en violencia intrafamiliar, lo que hace pesada y más difícil la convivencia en casa.
Otros de los productos cuya venta se ha disparado, son los considerados alimentos chatarra, como las papas y demás frituras, cuyo consumo es altamente cuestionado por los conocedores de la salud, ya que no ayudan en nada a la sana nutrición y el exceso en el consumo de estos productos puede contribuir a problemas de sobrepeso y obesidad, que en este tiempo de contingencia, representa un riesgo de salud por considerar que el coronavirus podría causar mayor daño, en caso de contagio.
Y por qué no, si estamos en la casa más tiempo, nos preocupamos un poco por lo que consumimos y damos prioridad a las verduras cuyo consumo fortalece el sistema inmunológico.
Nadie está obligado a lo imposible, pero si en nuestras manos está evitar el consumo de bebidas alcohólicas en exceso y alimentarnos adecuadamente, por qué no hacerlo por nuestro bien.