Ideario

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Por Azu Macías

La importancia de los hermanos… Ellas se sentaban juntas en misa, iban a comer helado, por las tardes mientras veían la televisión la mayor recargaba su cabeza en el regazo de su hermana más pequeña, en la adolescencia las peleas por la ropa, los zapatos y el celular no se dejaron esperar, pero al final el amor de hermanas las mantenía juntas. Ellos por otro lado fueron dos, el más pequeño se quedaba en casa acompañando a mamá, mas cuando su hermano mayor llegaba se le encendían los ojos de admiración por todo lo que su hermano representaba en su mundo, se han protegido aunque sus vidas son distintas… es que les dieron permiso de quererse y apoyarse sin tener que tomar partido de los problemas de los padres, sin tener que luchar por su amor y reconocimiento.

“Para mí todos mis hijos son iguales” dijo el padre en aquella sesión, le dije: “pero si yo los veo muy diferentes”, creo que conforme pasa el tiempo escucho cada vez a más padres decirme con sinceridad que aman a todos sus hijos, pero reconocen sus diferencias de carácter, lo que es sano y esencial. Estas diferencias que los hacen únicos, pero aún dignos de ser queridos es lo que favorece las relaciones sanas entre hermanos. Cuando no existe esta sana relación crecen luchando por ver quién es más querido, entonces alguno toma el lugar de confianza de alguno de los padres (o ellos se lo ofrecen) y empieza a tomar decisiones adquiriendo cierto poder; lo desafortunado es que nadie puede jugar bien para dos bandos y ya no encontrará cómo regresar a su lugar de hermano, ese hermano ha quedado en medio de dos relaciones: si queda bien con los padres no quedará bien con los hermanos y esa esquina del triángulo puede ser verdaderamente solitaria. La otra alternativa es que para ser reconocido toma el lugar del hijo más problemático, porque requiere una diferenciación del resto, necesita hacerse un lugar cuando siente que no se le ha dado.

¿Entonces no le debo dejar ninguna tarea a mi hijo mayor? Me preguntaba una señora angustiada, sin embargo, yo creo que más bien consiste en dejar claro que los hijos cooperan con tareas ejecutivas (limpiar, ordenar, hacer sus deberes, etc.), mas si algún imprevisto surge debe quedar claro que el del poder es el padre/madre, no el hermano, así se le deja en su lugar: el que le pertenece. Dejarle a cada uno su buen lugar, el que lo hace especial en la familia, dejar claro que cada uno a su manera aporta algo sin lo cual la vida sería diferente para los integrantes de la familia hace sentir especial a cada miembro, una pista para lograrlo es reconocer la diferencia pero evitar la comparación.

La vida junto a un hermano puede ser complicada porque hay desacuerdos y conflicto, no obstante, también enriquecedora porque a través de esa relación pueden descubrir que existen almas en el mundo que podrán acompañarse en los retos de la vida, la compañía en las situaciones desafortunadas y quienes festejarán los logros con asombro y sinceridad. Nos permite ser maestros y aprendices todo al mismo tiempo, por lo que los vínculos entre ellos siempre deben tratar de fortalecerse.