- A cuatros años sin tratamiento médico, la enfermedad causa estragos.
Por Graciela Rosales /La Voz de Durango
Ayuda, en eso se resume la esperanza de Dora Alicia Vázquez Quiñones, quien padece una enfermedad que la esclaviza a una silla de ruedas y le impide trabajar; desnutrida, sucia, pero con muchas ganas de recuperarse, la doctora de 57 años pide al DIF Estatal que la mire, que la escuche y de ser posible la ayude.
Egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), la profesionista trabajó para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) por más de 18 años con contratos temporales; un día no pudieron renovarse y ahí comenzó su calvario porque sin ingresos no pudo seguir costeando el tratamiento que hace cuatro años dejo de administrarse.
Ya sin posibilidades de pagar a un médico especialista, ella sacó sus libros y se diagnosticó esclerosis múltiple, nunca buscó una segunda opinión, la enfermedad avanzó hasta atarla a la silla de ruedas.
Su vida se fue complicando, porque sin ingresos, tampoco tiene dinero para comprar despensa, su hermana con quien comparte la casa guarda los alimentos arriba donde ella no puede alcanzarlos, a veces sus vecinos le llevan “un taco”, otras, come las sobras que quedan en los platos de sus dos sobrinos, en ocasiones se ha quedado sin comer todo el día.
Aunque su hermana y sobrinos viven en la misma casa, no la ayudan y ejercen violencia verbal en su contra; Dora Alicia está perdiendo la vista y está imposibilitada para levantarse de la silla y caminar, así que cuando tiene con que, cocina sentada con los riesgos que eso implica.
Usa pañales, que una vecina le regala, porque es muy difícil entrar al baño, hay que brincar un bordo que le complica el paso, obviamente necesita ayuda para bañarse y no tiene nadie que la apoye en su higiene personal, mucho menos puede hacer la limpieza de la parte de la casa que ocupa.
Un alma caritativa al ver la situación en que se encuentra, mandó a dos personas para hacer la limpieza, entonces se dieron cuenta que la ropa de Dora Alicia está contaminada de insectos y roedores.
Dora Alicia tiene ganas de cambiar su vida, pero necesita ayuda, incluso está dispuesta vivir a en un albergue, a trabajar si alguien le da la oportunidad de hacerlo en cualquier actividad que ella pueda desempeñar; si alguien la quiere ayudar puede encontrarla en calle Ciénega 1401 o en el teléfono celular (618)1591465 de Alma Rodríguez, vecina de la doctora, o bien puede comunicarse a La Voz de Durango al (618) 8129911.