- En el cerro de Las Calaveras desde 1950 pobladores del Barrio de Analco iniciaron una de las devociones con más seguidores en Durango, entre ellos trabajadores de la construcción.
Josélo Fuentes Delgado / La Voz de Durango
A pesar de las contrariedades, con dinero propio, algunas donaciones de empresarios que fueron vecinos del Barrio de Analco, hasta contra enemigos de la fe propietarios del terreno en donde fue instalada una de las primeras cruces de cantera labrada, la devoción a la Santa Cruz prevalece desde hace más de seis décadas.
Al sur de la ciudad, por calle Lerdo entre Granada y Fray Diego, está una gran cruz de metal y al lado, unos terrenos cercados con malla ciclónica, desde donde se puede ver la capital desde las alturas, ahí existen vestigios del primer monumento de piedra y una cruz de cantera labrada que fue donada por los pobladores de Tapias, para tal festividad cuenta Jesús Sosa, monarca de la danza de Granada y organizador del festejo. La original es de madera y está debidamente preservada en un domicilio cercano, es la que encabeza las festividades.
Fue don José Flores, quien por el año de 1950 en compañía de otros vecinos de la zona acordaron iniciar con la devoción que se mantiene a la fecha, que para el año entrante serán ya 70 años que de manera ininterrumpida continúa con la participación de familias enteras desde el día 2 por la tarde con la procesión de la Cruz que sale de un domicilio en calle Granada y Juan E. García para subir en plano inclinado hasta la cima del cerro donde avanza el contingente para hacer la vigilia hasta la noche.
Para este 3 de mayo, en punto de las 10:00 horas la tradicional misa en el templo de San Juan Bautista o Analco, después una comida y ya por la noche la tradicional pólvora para deleite de todos los asistentes y habitantes del sur de la ciudad que contemplan los fuegos pirotécnicos para cerrar la celebración hasta el año siguiente.
“Desde niño sigo la tradición, así como mis padres, hermanos y vecinos. Recuerdo alguien muy especial para estas fechas, Alejandro Muñoz (+), empresario propietario de pescados y mariscos que donada comida para la reliquia, la pólvora y donada generosamente material o lo que hiciera falta para la celebración, pero son ya muy pocos quienes donan de esa manera”, añade el Monarca de la Danza.
ALBAÑILES, TRABAJO HUMILDE PERO VITAL
Los albañiles, trabajadores de la construcción desempeñan un trabajo vital, sencillo y humilde pero capaz de hacer con sus manos grandes edificios y obras que permanecen a través de los años. En esa sencillez y humildad, está la riqueza del trabajador, así como San José, padre terrenal de Cristo un sencillo carpintero que enseñó el oficio a Jesús, comentó el vicario de la Catedral Basílica Menor, Francisco del Campo Galindo.
“Se venera la Santa Cruz porque fue el altar donde Cristo se sacrificó por la humanidad para la redención de sus pecados. Y en esa humildad del Dios mismo, el trabajo es una forma de dignificar a la persona, fiel en lo poco y también en lo mucho”, añadió.