Dos días de fiesta y desconocimiento causaron accidentes

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  • Turismo y la CEPC tendrán que hacer trabajo de prevención.

Aarón Quiñones/ La Voz de Durango

Se tendrá que coordinar un trabajo preventivo en conjunto con la Secretaría de Turismo ya que no es posible que después de dos días de fiestas la gente salga en motocicleta a carreteras que no conoce, lo que originó una gran cantidad de percances en este tipo de vehículos de los cuales la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC) intervino en seis de ellos, durante el reciente fin de semana, así lo aseguró Guillermo Pacheco Valenzuela, titular de dicha dependencia.

En entrevista el servidor público aseguró que se trató de hacer todo el trabajo preventivo con base a una gestión integral de riesgos en durante los 15 días que duraron las vacaciones a través de todas las coordinaciones municipales hubo una reunión con todas las corporaciones de seguridad en el sentido que se tiene que trabajar el tema de la prevención.

Definitivamente fueron unas semanas muy accidentadas, pero hay que considerar en gran parte la vasta afluencia que tuvo la carretera al puerto de Mazatlán, también el desconocimiento de la vía y desafortunadamente en algunos de los casos la prisa por llegar hicieron parte que estas semanas fueran de bastantes accidentes con lamentables consecuencias.

Según los datos de la propia dependencia atendieron 386 servicios, con 48 percances viales en la ciudad y carreteras del estados, hubo nueve fallecimientos en accidentes, tres ahogamientos, dos en Lerdo, uno en El Saltito, destacando que en uno de los ocurridos en la ciudad de la Comarca Lagunera la Fiscalía General del Estado de Durango (FGED) está investigando porque el hombre que pereció podría haber sido asesinado.

Contextualizando en lo general el funcionario estatal aseveró que las prisas por llegar son fundamentales e influyen directamente en el número de incidentes fatales, el no hacer caso a las medidas que se están recomendando, la gente de pronto y en la mayoría de las ocasiones no pone la atención necesaria a lo que se le pide y ahí tiene que intervenir la familia en hacer evidente a quien maneja, a quien va a salir, del riesgo que se corre si se va de forma imprudente.