El Codedur, buenas intenciones, pero nomás…
No entiendo mucho, pero lo mínimo sí. Mire usted mi querido lector, una comisión de planificación del desarrollo de Durango lo debiera dirigir un duranguense no una chihuahuense.
De entrada.
El Codedur (Comité de Desarrollo de Durango), fue generado o ideado por particulares para sugerirle al gobierno algo para continuar con el desarrollo de nuestro estado, ¡claro!, pero que todo lo que surja de ahí, como ideas o expresiones, proyectos, acciones, etc., sean pagados por el erario, les den y dieron un presupuesto propio. Lo malo es que siempre que se fundan este tipo de organismos son aprovechados por los menos tontillos que normalmente son los que tienen la información e integran esos grupos de “planificadores”.
Así con estos grupos de “planificadores” no pocos se han hecho ricos al obtener información privilegiada acerca de dónde pasarán las avenidas, hacia dónde se dirige el desarrollo y cuáles son los sectores más favorecidos, entre otros tipos de información. Pero no se impulsa a todos, solo a unos cuantos beneficiados, normalmente funcionarios, amigochos, empresarios abusones, por mencionar a algunos.
Este nuevo organismo con presupuesto del gobierno del estado, fue creado para buscar proyectos y generar acciones que detonen el desarrollo de Durango. Entiendo que hay empresarios, hoteleros, promotores del turismo, restauranteros, en fin, que estén y asistan los que fueron invitados s´il vous plaît mediante no sé qué méritos, porque la invitación a participar no fue para todos ni para los más amplios sectores, sino para un “club” muy cerrado que desde luego hace levantar sospechas…
Y han empezado a trabajar, -ellos dicen que fuerte- para ver qué le sugieren al gobernador para que Durango sea más de lo que es hasta hoy… ¡mare meua!
No es por molestar, pero planes como ése se han presentado por montones, se han preferenciado siempre conveniencias, presupuestos que se tiran al lodo o lamentablemente se los roban, y los beneficios para los duranguenses… son muy poquitos.
Estamos hartos de los vendedores de espejitos.
Los que participan en esos grupos, que yo recuerde, que planes de desarrollo como este Codedur, aparecen y desaparecen como por arte de magia, porque no son lo que dicen que son, generalmente tratan de favorecer no a los sectores, sino a ciertos negocios de los representantes del grupo y justo es decirlo; ¡ya párenle, ya no son tiempos de ésos en los que la sociedad no se daba cuenta de todas las triquiñuelas que se generan a expensas del erario, ya bajénle, durangueñicen un poquito su amor por el terruño…!, ¡respétenos a los ciudadanos, no estamos pintados en la pared!