¿Qué has aprendido en la vida?

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MTF. Alfredo Arévalo

Imaginemos que por alguna extraña razón tres personas viajan juntas, una es una persona de campo, otra una señora de clase alta, y finalmente un extranjero; como en todo viaje largo en ocasiones es necesario hablar para pasar más rápido el tiempo. La persona de campo menciona que para él es difícil comunicarse, que en alguna ocasión coincidió con una mujer pero no sabia lo que decia, entendía la importancia de las cosas que hablaba por la expresión de su cara, pero no el significado, por lo que asegura que las personas somos como cualquier clase de animales, no necesitamos hablar el mismo idioma solo tener un código similar.

La señora de clase alta ofendida por la afirmación, niega rotundamente ese hecho y afirma que solo hay dos tipos de personas “justos y pecadores” y afirma que su fundamento lo tiene con base a la biblia y a las palabras de Dios. Finalmente el extranjero asegura que cada hombre vive la vida como un juego de cartas, que cada mano es diferente y que no tiene que ver si eres animal o no, religioso o pecador, la gente cambia de acuerdo a la mano que le toque.

Podremos estar a favor o en contra de estos argumentos, pero cada uno tiene una verdad muy sencilla: tienen ese conocimiento por la vida que vivieron, y los más importante es que así les ha funcionado. En realidad puedes encontrar conocimiento en cualquier parte, lo esencial es como lo apliques a tu vida, como lo mencionaba en el artículo ¿Especial y único?

Hay personas con una vida llena de dificultades que los han llevado a perder la fe en sus capacidades y creen que la vida es mala; del otro lado de la balanza puede haber alguien extremadamente positivo, que ha tenido dificultades, pero las ha podido sobrellevar con una sonrisa en su cara, y cree que la vida es buena. Por otro lado hay personas que no les gusta lo que han vivido o quisieran ser de otra manera, y siguen al pie de la letra las conductas morales o religiosas, buscando respuestas y una guía fuera de sí mismos.

Así como estos ejemplos podemos formar un caleidoscopio de visiones y experiencias de vida, como de opiniones y conocimiento adquiridos de forma fácil o difícil, pues cada persona tiene una visión única de las cosas, que en ocasiones concuerda con unos y difiere de otros, es la riqueza que está oculta hasta cuando aprendes a escuchar.

Y en este punto entra otro aspecto que ya habíamos mencionado anteriormente, la tolerancia. Pues todos tienen razón y todos pueden estar equivocados, todo se basa en que los fundamentos que se presentan en ocasiones no coinciden con el código que tenemos, y tratamos de convencer en lugar de escuchar, no hay una certeza de nada, ¿qué tal si en una discusión trivial encontramos algo que nos pueda cambiar la vida?

Sobreviviremos al próximo lunes si nos unimos a la paranoia colectiva, ahí estaremos a salvo…pero hay que cuestionarlo todo, dado que esa es la función del saber… 

 

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