Li-Meng Yan afirma que el Gobierno chino sabía del peligro que suponía el nuevo coronavirus antes de informar a la OMS.
Agencias
Washington.- La viróloga Li-Meng Yan, quien huyó de China ante el temor de ser asesinada, acusó a su país y a la OMS de ocultar información sobre el coronavirus. En declaraciones a Fox News desde algún lugar de Estados Unidos donde permanece oculta, aseguró que en diciembre ya conocían la enorme capacidad de contagio de la COVID-19.
Yan contó que todo empezó a finales de 2019, cuando aún era investigadora de la Universidad Pública de Hong Kong. Allí comenzó una investigación secreta sobre un virus parecido al SARS que habían detectado en China. Señaló que las instrucciones las recibió de un supervisor y consultor de la OMS, el doctor Leo Poon. Por eso sostiene que fue una de las primeras científicas del mundo en estudiar el SARS-CoV-2 causante de la COVID-19.
“El Gobierno de China se negó a permitir que los expertos extranjeros, incluidos los de Hong Kong, investigaran en China (…) Recurrí entonces a mis amigos para recabar más información”, explicó la viróloga china acerca de sus investigaciones sobre el coronavirus.
Fue así que un amigo, del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China, le informó el 31 de diciembre de 2019 de que el nuevo coronavirus se transmitía de persona a persona. Hasta ese momento, ni el gobierno chino ni la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo habían informado públicamente.
Cuando transmitió esta información al Dr. Poon “él me pidió que guardara silencio y que tuviera cuidado. Que no tocara la línea roja, es decir, que no fuera contra los procedimientos del Gobierno de China y que no contradijera sus principios. Si no, me metería en problemas y podría ‘desaparecer’”, dijo a Fox News la viróloga china.
Lo que dijo la OMS de la viróloga china
La cadena Fox también contacto a la OMS para corroborar lo dicho por Yan. Tras negar las acusaciones indicó que “mucha gente trabaja para ellos como consultores”. Dijo que no tienen datos que acrediten que la viróloga trabajara para un laboratorio de referencia de la organización especializado en virus y pandemias. Y aseguró que tampoco tiene en sus archivos datos sobre Poon, el supervisor referido por Yan.
El 10 de enero de 2020, la OMS informó que el 31 de diciembre de 2019 China “notificó una serie de casos de neumonía de etiología desconocida en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei”.
“El 9 de enero – prosigue el comunicado de la OMS – las autoridades chinas informaron a los medios de comunicación que la causa de esa neumonía viral era, en principio, un nuevo tipo de coronavirus diferente a cualquier otro coronavirus conocido en humanos hasta la fecha”.
“A partir de la información de la que se dispone en estos momentos y de las investigaciones preliminares, parece que la infección no se transmite de forma importante de persona a persona y que no ha afectado a ningún trabajador sanitario. Es necesario obtener más información para comprender mejor el modo en que se transmite este nuevo virus y las manifestaciones clínicas de la enfermedad que provoca. Por el momento, se desconoce su origen”, señaló entonces la OMS.
Por su parte, la embajada china en Washington dijo a Fox News que no saben quién es Yan y sostienen que China ha manejado la pandemia heroicamente.
Viróloga teme ser asesinada
Yan contó que salió de Hong Kong el 28 de abril pasado con destino a Estados Unidos. Dijo que lo hizo porque si la atrapaban sería encarcelada o, peor, “desaparecida o asesinada”.
“La razón por la que vine a Estados Unidos es porque tengo que contar la verdad” sobre el coronavirus, dijo a la Fox News. “Si hubiese contado mi historia en China hubiera terminado desaparecida o asesinada”, afirma.
Escondida en algún lugar de Estados Unidos, la viróloga china afirma que el gobierno chino está tratando de destruir su reputación como investigadora. La Universidad de Hong Kong, donde trabajaba, la eliminó su página de internet y emitió un comunicado informando de que ya no es miembro del centro.
Pese a todo esto, la viróloga aseguró que seguirá informando sobre los resultados de su investigación, que probarían, según ella, que China no dijo toda la verdad sobre el coronavirus.
