- Destaca los elementos como leer la palabra de Dios, el ayuno y la abstinencia.
Graciela Rosales/La Voz de Durango
Con el Miércoles de Ceniza inicia un camino espiritual, que oxigena la vida personal, familiar y de Durango, en el tiempo cuaresmal se intensifica ese acercamiento de Dios con nosotros, pero también la corresponsabilidad de nosotros con Dios, destacando elementos como leer la palabra de Dios, el ayuno y la abstinencia, señaló Faustino Armendáriz Jiménez, arzobispo de la Arquidiócesis de Durango, quien también se manifestó a favor de las mujeres y en contra de la violencia.
Luego de bendecir la ceniza en la Eucaristía celebrada la mañana de este miércoles, monseñor Armendáriz dijo a los representantes de los medios de comunicación que en este tiempo de Cuaresma es menester tender la mano y esto puede hacerse de muchas maneras con una palabra de consuelo, una visita a una persona sola en el barrio, proveer a quien tiene hambre, etc.
Sin duda, la oración es una relación con Dios, que es una persona, es alguien vivo con el que se puede dialogar y obtener respuesta; una de las recomendaciones es ir a los Sagrarios que existen en cada templo y la insistencia es que ningún sagrario esté solo para que realmente la Cuaresma sea un camino espiritual.
La Cuaresma termina con el Triduo Pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo que es la fiesta principal de los católicos, más que la Navidad porque si Cristo no hubiera resucitado de qué serviría la fe.
“Todo con las mujeres, nada sin las mujeres”
El arzobispo abordó la convocatoria del 9 de marzo, #UnDiaSinMujeres, indicando que la Iglesia respeta su dignidad y precisó que debe haber conciencia de “Todo con las mujeres, nada sin las mujeres”, porque es un proyecto de Dios, que es hombre y mujer, es el respeto a la dignidad de las personas.
“Hoy tenemos que defender a la mujer de tantas agresiones, es triste cómo cada mañana vemos atentados contra la mujer, feminicidios que ensombrecen la realidad de un país que cada vez está más lleno de tinieblas por la violencia y la inseguridad; no se puede tapar el sol con un dedo y ningún gobierno lo puede hacer”, señaló.
Por eso es importante que todos nos pongamos las pilas y que los gobiernos institucionalmente prevengan la violencia, no solo con más vigilancia, sino sobre todo actuando en aquellos brotes de violencia en donde no podemos ser impasibles.
Las familia debe estar custodiada por los gobiernos, es algo institucional y por otro lado la Iglesia también tiene el reto de atender a las familias y el proyecto es ir a la casa de cada familia en la misión permanente de la Diócesis de Durango.
