Por Omar García Rosales
La década de los años 80’s nos presentó una historia que no brillo por su popularidad, ni por contar con un grupo de adolescentes con poderes salvando al día. Solo a humanos y extraterrestres con fines muy similares y diferentes a la vez, quienes nos presentan cómo reaccionaríamos ante una crisis de proporciones planetarias.
De la mano de uno de los pioneros de la ciencia ficción espacial en Japón: Leiji Matsumoto. Shin Taketori Monogatari: Sennen Joó (La princesa de los mil años en América Latina) nos adentra en el año de 1999, fecha en que la humanidad y la tierra sufrirá grandes cambios debido a la entrada del nuevo milenio. Aquí conocemos Hajime Amamori, un joven fanático del espacio exterior debido a la profesión de su tío como encargado de un observatorio espacial. En un día que cambia la astronomía, se descubre un décimo planeta en el sistema solar al cual bautizan como La-Metal. Aunque lejos de ser momento de celebrar, todas las alarmas se activan cuando se descubre que el nuevo planeta se encuentra en colisión con la Tierra pronosticado para suceder el día 9 de septiembre de 1999 a las 9 horas con 9 minutos y 9 segundos, destruyendo todo a su paso.
Los científicos descubren que dentro del planeta La-Metal vive una raza de humanoides que buscan secuestrar a un gran número de humanos para esclavizarlos y ponerlos al servicio de su reina. Para complicar aún más las cosas la hija de la reina, la joven Yayoi Kuroda cuyo nombre real es la princesa Andromeda Promethium II, ya se encontraba infiltrada en nuestro planeta seleccionando a los humanos que formarían parte de esta extracción. Aunque lejos de cumplir con este objetivo, se muestra en total desacuerdo ya que tras convivir con los humanos les ha llegado a apreciar. Por lo que Yayoi iniciará una carrera contra el tiempo para intentar persuadir a su madre de destruir la tierra, que sufre de varios desastres naturales ante el acercamiento de La-Metal.
La obra creada por Leiji Matsumoto consta de un total de 5 tomos en formato manga, una serie animada de 42 episodios, dos novelas y una película que resumen la historia, en la que nos presentan la influencia de la ciencia ficción y fantasía futurista que el país del sol naciente ha experimentado tras la Segunda Guerra Mundial. Matsumoto quien ya había trabajado en las óperas espaciales Captain Harlock y Uchuu Senkan Yamato, se alejó de la acción para adentrarnos en una historia apocalíptica llena de drama, suspenso y conceptos existenciales.
A cuarenta años de su lanzamiento en el país del sol naciente, La Princesa de los Mil años sin lugar es una obra que nos dejó en claro como las sociedades secretas saben más de lo que aparentan, en donde los grandes gobiernos tienen que tomar decisiones difíciles y una crítica social con respecto al uso de la ciencia. Sin lugar a dudas una historia que perdurará mil años.