Sara Valenzuela / La Voz de Durango. Tras varios días de protestas y bloqueos carreteros por parte de agricultores en estados como Jalisco, Guanajuato y Michoacán que se quejaron de los bajos precios del maíz. El diputado local de Durango, Noel Fernández Maturino informó que, el Gobierno Federal llegó a un acuerdo con los productores para incrementar el precio por tonelada de 6,050 a 7 mil pesos, atendiendo una de sus principales demandas.
Destacó que en la región del Bajío existen más de 90 mil productores de maíz que recurrieron a estas medidas ante el incumplimiento previo de acuerdos con la Secretaría de Agricultura. Señaló que el entendimiento alcanzado durante la madrugada representa un paso importante para garantizar precios justos.
En el caso de Durango, Fernández Maturino precisó que se espera una producción superior a 12 mil toneladas de maíz, con un precio garantizado de 7,200 pesos por tonelada. Asimismo, mencionó que el precio base del frijol será de 27 pesos por kilo, y que los productores ya pueden registrarse ante Segalmex para su comercialización.
“Son demandas muy justas de nuestros campesinos en el país, sobre todo en la región del Bajío, hemos visto manifestaciones muy concretas en los estados de Jalisco, Michoacán, Guanajuato, más de 90 mil productores de maíz están buscando cómo poder equilibrar un precio justo para ellos, se les ofreció un precio de 6,050 por tonelada, ellos buscan que sean por lo menos 7,200, sé que también hubo un acuerdo hoy por la madrugada, donde ya el gobierno federal accedió a poderles dar 950 pesos más por tonelada”(…)”En el caso específico de Durango, el año pasado hubo una producción de cerca de 2,700 toneladas de maíz, hoy se esperan arriba de 12 mil toneladas, vamos a habilitar una bodega donde se espera empezar a almacenar cerca de 800 toneladas de maíz y la idea es que aquí en Durango podemos decir que el precio está garantizado y que sea a 7.20 pesos por kilo, 7 mil 200 por tonelada”, detalló.
El diputado enfatizó que estas acciones buscan evitar el coyotaje y ofrecer certidumbre económica a los campesinos, reconociendo su papel esencial en la producción de alimentos para el país.

