>El Palacio de Los Gurza se convierte en la sede que resguarda el trabajo del artista visual durante un mes de permanencia.
Por Juan José Nava / La Voz de Durango
El Museo de Historia y Arte Contemporáneo “El Palacio de los Gurza” es la sede que resguarda en su interior la exposición fotográfica “Resistencia, rotura de la noche” de la autoría del artista Cristian Herrera Frías, misma que fue dada a conocer durante la noche del jueves 25 de septiembre.
En el marco del XV Aniversario del recinto museográfico antes descrito, se llevó a cabo la inauguración oficial con la presencia del autor, quien se hizo acompañar de Rogelio Rodríguez Breceda, director de museografía y exposiciones del Instituto de Cultura del Estado de Durango, Oscar Porfirio Sánchez, Director de Promoción y Difusión del ICED, Lilia Ayala, Directora de Planeación y Evaluación del ICED, y el artista plástico Genaro Moreno, siendo éste último quien compartiera la visión general de la exposición.
“El proyecto observa cómo los cúmulos de luz que emergen en el trayecto por caminos rurales configuran un paisaje cargado de significados: resistencia cultural, presencia, lejanía. A través de esta mirada, la obra apela a la empatía y a una conciencia del entorno más allá de lo urbano. Aunque el proyecto comenzó como una investigación histórica y un análisis cultural, el trabajo en campo y la experiencia directa revelaron nuevas formas de lectura desde lo simbólico.
La serie invita al espectador a cuestionarse sobre el paso del tiempo, lo que se mueve y lo que permanece. Las imágenes se articulan desde una poética del tránsito, entendiendo el desplazamiento no solo como movimiento físico, sino como proceso emocional. La exposición reúne ciento cuarenta y cuatro piezas divididas en dieciséis conjuntos, resultado de una ruta de trabajo de casi cinco años por los caminos y pueblos de Durango”, dijo Genaro Moreno.
Plantas desérticas, oscuridad rota por una estratégica iluminación, con fotografía a pequeño formato, va guiando al espectador hasta la pieza principal, mientras el sonido ambiental que evoca a la noche hace que se viva una experiencia única que puede llevar a despertar recuerdos y sentirse en un lejano paraje.
La exposición propone una lectura sensible del entorno rural, apelando a la empatía y a una conciencia crítica más allá de lo urbano.
“Resistencia, rotura de la noche”, reúne 144 piezas distribuidas en 16 conjuntos, resultado de una travesía visual y conceptual por el paisaje nocturno rural del estado de Durango. Las imágenes corresponden a locaciones en los municipios de Santiago Papasquiaro, Nuevo Ideal, Canatlán, Mezquital y Durango.
El proyecto, que comenzó con una investigación histórica y sociocultural, evolucionó mediante un extenso trabajo de campo, en el cual el autor registró con agudeza visual y sensibilidad simbólica los cúmulos de luz que irrumpen en la oscuridad de la noche duranguense. En este diálogo entre luz y sombra, el artista construye un archivo visual que da cuenta tanto del paso del tiempo como de la transformación del paisaje.
“Este proyecto es una exploración del paisaje nocturno rural de Durango y al mismo tiempo es una meditación sobre la permanencia, la fragilidad y el tránsito. El proyecto nace de un pensamiento inevitable que llega al ir caminando o en carretera.
Hacia 2021, hice la primera fotografía de una casa en el poblado Manuel Jiménez, cerca de Canatlán. Desde esta fotografía empezaron a surgir preguntas e inquietudes sobre la electrificación de los pueblos, esas manchas que aparecen en la lejanía como signos de vida, como gestos de resistencia ante muchos tipos de olvido.
Voy a destacar que este proyecto se realizó durante los últimos cinco años. Yo considero que sigue en proceso.
Al momento no hay respuestas definitivas a las preguntas que surgen de este proyecto. ¿Qué permanece cuando todo parece moverse? ¿Por qué obviar la noche? ¿Qué se rompe cuando la noche se ilumina? Las luminarias nos dan un espacio y un camino, refugio de lo desconocido”, expuso Cristian Herrera Frías.
Apta para todo público la exposición forma parte del continuo trabajo artístico de Cristian Herrera Frías, quien actualmente desarrolla su nuevo proyecto Transitorio, beneficiado por la beca PECDA 2025 en la categoría de artes visuales.
