Por: L.N. Cuquis Hinojosa
Nuevamente nos encontramos en este espacio estimados lectores, en esta ocasión les voy a compartir un tema que espero sea de su interés. Deficiencias nutricionales en los niños: una realidad silenciosa.
En México y en muchos países de Latinoamérica, la infancia enfrenta un reto que a menudo pasa desapercibido: las deficiencias nutricionales. A primera vista, pareciera que los niños se alimentan bien; comen a diario y muchas veces incluso consumen en exceso alimentos ultra procesados. Sin embargo, detrás de esa aparente “abundancia” se esconden carencias que impactan directamente en su crecimiento, desarrollo y aprendizaje.
Las deficiencias nutricionales ocurren cuando el organismo no recibe la cantidad suficiente de vitaminas, minerales o proteínas que necesita. En los niños, las más frecuentes son la deficiencia de hierro causante de anemia, la falta de vitamina D, la baja ingesta de calcio, así como deficiencias de zinc y vitamina A. Estos nutrientes no solo fortalecen huesos y músculos, también son clave para el sistema inmune y el desarrollo cognitivo.
Un niño con deficiencia de hierro puede presentar cansancio, bajo rendimiento escolar y mayor susceptibilidad a infecciones. La carencia de calcio o vitamina D puede comprometer la salud ósea y favorecer problemas a largo plazo como la osteoporosis. Incluso la falta de zinc, un mineral poco mencionado, se relaciona con retrasos en el crecimiento y una mayor frecuencia de resfriados o infecciones.
Lo preocupante es que muchas de estas deficiencias no son visibles de inmediato. Un niño puede aparentar salud, pero estar lejos de cubrir sus necesidades nutricionales. Por eso, la educación alimentaria en casa y en las escuelas es fundamental. Incorporar alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras, leguminosas, lácteos, huevo y pescado puede marcar la diferencia.
Si bien los suplementos pueden ser útiles en ciertos casos, la base siempre debe ser una dieta equilibrada y variada. Además, es importante que los padres acudan con un profesional de la salud para detectar y atender cualquier deficiencia a tiempo.
Invertir en una buena nutrición infantil no es un lujo, sino una necesidad. Cada vitamina y mineral que se cubre en la niñez es un ladrillo más en la construcción de adultos sanos, productivos y con mejor calidad de vida.
SÍGUEME EN REDES
Si tienes dudas o sientes que no progresas, consulta a un especialista en nutrición que pueda guiarte de manera personalizada. Recuerda que tu bienestar es más importante que cualquier número en la báscula. Si te agradó la información compártela con tus amigos y conocidos. Diariamente subo muchísimo más contenido de valor y en las redes sociales, me encuentras como @k.nutri_lifehc_.
