Por Omar García Rosales
Con el éxito de Nausicaä del Valle del Viento de 1985, el animador Hayao Miyazaki, invitaría a sus amigos Isao Takahata y Toshio Suzuki a fundar Studio Ghibli. Un estudio de animación que traería consigo El Castillo en el Cielo y Mi Vecino Totoro, así como La tumba de las luciérnagas una cinta que nos presentaría el egoísmo e indiferencia de un pueblo en guerra.
Ambientada en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, La tumba de las luciérnagas nos presenta la historia de Seita. Un joven adolescente que, tras perder a su madre durante un bombardeo americano, busca encontrar a su padre almirante de la marina mientras cuida de su hermana pequeña Setsuko. Las cosas se complican debido a la situación de alarma del país del sol naciente y a la inestabilidad emocional de las personas, obligando a los hermanos a vivir solos en una cueva. A pesar de que en este sitio ambos encuentran felicidad, los estragos de la guerra ocasionaran que la comida sea escasa y las personas se vuelvan frías y distantes las unas con las otras con tal de sobrevivir, dejando a su suerte a nuestros protagonistas, en donde Seita hará todo lo humanamente posible para ayudar a su hermana.
La cinta se estrenaría a la par de Mi Vecino Totoro, pero esta fue un fracaso en taquilla, ya que hizo a un lado la idea de la animación no era lugar para presentar el drama. Dirigida por Isao Takahata este se ganaría a la crítica y al público por romper con el estereotipo del cine animado, presentando la brutalidad y estragos de la guerra, siendo catalogada como una de las mejores cintas de animación, que golpea profundamente los sentimientos de las personas.
La obra de Takahata ha sido comparada con el metraje La vida es bella de Roberto Benigni, en el que los esfuerzos de un padre por preservar la inocencia de su hijo, se puede ver reflejado en Seita y Setsuko, aunque desde una mirada más compleja y más cruel. Es gracias a la visión de Seita, que el público es testigo de cómo Japón está en ruinas, pero también vive sus fantasías antes de la guerra, sumergiéndonos en el proceso de duelo y fantasía belicosa de un país, mientras seguimos la historia de dos hermanos que luchan por seguir juntos y seguir vivos.
Su historia se basa en la novela escrita por Akiyuki Nosaka, sobreviviente de la segunda guerra mundial, quien narra su infancia mientras intenta sobrevivir a los constantes ataques aéreos del país de las barras y las estrellas. Un libro presentado como autobiografía, pero que en realidad es una disculpa pública del autor por la muerte de su hermana y madre adoptiva durante este hecho bélico.
A más de treinta años de su estreno en cines, La tumba de las luciérnagas representa la memoria colectiva del país del sol naciente. Una historia atemporal que sigue golpeando las fibras de los espectadores convirtiéndose en una oda al espíritu humano, a la inocencia de la infancia y a su vez, en un emotivo mensaje a los olvidados.
