>El Teatro Ricardo Castro fue la sede que recibió los destellos navideños de la compañía duranguense.
Por Juan José Nava / La Voz de Durango
La Compañía Korián de la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED) bajo la dirección del maestro Juan Pablo Ayón, presentó durante el fin de semana pasado el espectáculo de arte escénico multidisciplinario denominado “Tómok, México en Navidad”, donde participaron alrededor de cien personas, interpretando danza, música, poesía, teatro y canto con motivo de estas fiestas decembrinas.
Fue el Teatro Ricardo Castro la sede que enmarcó una bella dádiva para las familias duranguenses al fungir como espectadores de dos funciones ofrecidas.
Tómok es una palabra en lengua O’Dam que significa tiempo de heladas o tiempo de frío. El espectáculo de este 2025 narró la historia de los nacimientos en México y su elaboración artesanal en distintas partes de nuestro país, desde la noche de rábanos en Oaxaca, pasando por los tradicionales belenes hechos con hojas de tamal o totomoxtle y haciendo alusión especialmente a los nacimientos de barro de Metepec.
Igualmente, se destacó una de las tradiciones gastronómicas más representativas de las fiestas decembrinas como lo es la elaboración de tamales, en cada región de nuestro país adquiere características peculiares.
Igualmente, se contó la historia del árbol de navidad en Durango que une familias en torno a la decoración de este elemento distintivo.
Y para rematar con broche de oro, no pudo faltar toda la picardía, buen humor y ocurrencias de la tradicional Pastorela navideña en el que un grupo de pastores se hallan envueltos en una serie de tentaciones impuestas por el Diablo y sus secuaces con tal de impedir su llegada para presenciar el nacimiento del niño Dios. Durante la misma aparecen también los Reyes Magos que también se hallan en un significativo problema al abordar un mapa que les complica su viaje hasta que, durante el recorrido, son apoyados por la fuerza del arcángel Gabriel.
Al finalizar, no pudo faltar la posada y la quebrada de piñata, un ritual festivo y simbólico que simboliza la lucha contra el pecado y la tentación para alcanzar la recompensa de la virtud.
