Sara Valenzuela / La Voz de Durango. Durante el fin de semana decenas de jóvenes de la Generación Z marcharon en Durango como parte de un movimiento nacional para denunciar la violencia, la corrupción y la falta de oportunidades. El pasado sábado 17 de noviembre hubo dos marchas, una a las 10 de la mañana que generó confusión porque la mayoría de asistentes no eran jóvenes y otra a las 5 de la tarde, considerada la oficial. El recorrido inició en avenida 20 de noviembre a la altura del Hotel Gobernador y concluyó en el Congreso del Estado.
La movilización tuvo como objetivo evidenciar un profundo malestar intergeneracional. Los jóvenes piden ser escuchados, reclaman seguridad, menos corrupción, justicia e igualdad, libertad y expresión, inclusión y más espacios reales para su desarrollo.
Cabe mencionar que, en la entidad la marcha se realizó bajo vigilancia policial para evitar incidentes como las protestas que se tornaron violentas en otros estados de la república.
A pesar de que dicho evento causó opiniones dividas entre la sociedad, estas protestas se suman a la indignación nacional tras el asesinato del alcalde de Uruapan Carlos Manzo y reflejan el hartazgo de una generación que exige rendición de cuentas. Al mismo tiempo, el Gobierno federal ha puesto en duda el origen del movimiento, acusándolo de estar influido por campañas de desinformación.

