Por José Antonio Juárez / Director del Museo de Numismática de Durango
En esta parte de la historia numismática de la Casa de Moneda de Durango veremos cómo en una época llena de conflictos por los diferentes bandos que se disputaron el poder dentro del estado, siendo ambos liberales y no respetando las decisiones del presidente Don Benito Juárez, que había luchado incansablemente en contra de los invasores franceses para devolver al pueblo su libertad en todos los ámbitos de su existencia.
El personaje principal de esta historia e investigación es el General Tomás Borrego, militar que inició su campaña militar como liberal al lado del Lic. Esteban Coronado, en el asedio a la Plaza de Durango en julio de 1858 en favor de la nueva Constitución promulgada por los liberales como Juárez y Lerdo de Tejada. Combatió al grupo de insurrectos en el estado de Zacatecas llamados Los Tulises. Borrego tomó parte en la célebre batalla de Majoma en la que las tropas republicanas mandadas por los generales González Ortega, Carvajal y Patoni fueron derrotadas por los franceses. En 1866, el partido conservador lanzó la candidatura de Borrego para gobernador del estado, quién para hacerla triunfar, promovió un motín que fue reprimido y se le redujo a prisión. En 1871 participó en la revuelta del “Sufragio Libre” y al ser evacuada la plaza de Durango, la ocuparon los aliados que designaron a Borrego como Gobernador de noviembre de 1871 a marzo de 1872, tiempo necesario para tener el control de la Ceca de Durango y con ello emitir un decreto en el cual se acuñarían cuartillas y octavos de real para sostenimiento del movimiento en contra del presidente Benito Juárez.
En el año de 1871, la cuestión política agitó al país entero por las elecciones presidenciales en las cuales participan los candidatos don Benito Juárez y el general Porfirio Díaz, los partidarios de este último lo incitaban a rebelarse pero como vieron en él cierta indecisión, se lanzaron por delante en varios estados de la república. Éste se llamó el “Plan de la Noria”. En Durango se inició este movimiento estando al frente el General Borrego, el cual ya había figurado en la política local y como había sido derrotado, estaba resentido con el gobierno de Juárez. Con esta acción, se les abrieron las puertas a los rebeldes que avanzaron y entraron a la capital del estado, el 15 de octubre de 1871, figurando como gobernador el propio General Borrego, por nombramiento hecho a su favor por el mismo General Porfirio Díaz.
Al tomar posesión de su nombramiento de gobernador, inmediatamente expidió un decreto imponiendo un préstamo forzoso a los habitantes del estado del uno por ciento sobre el capital rústico, urbano y mobiliario, el que se emplearía en gastos de guerra, debiendo reintegrarse al hipotecarse los productos de la aduana marítima de Mazatlán.
El día 28 de enero de 1872 en el periódico oficial titulado “El Sufragio Libre” se menciona lo siguiente:
Parte oficial. – Tomás Borrego, Gobernador y comandante militar del estado de Durango.
Considerando que los recursos ordinarios, en virtud de las circunstancias excepcionales en que se halla el estado, no bastan para cubrir sus más perentorias necesidades, en uso de las facultades de que me hallo investido he tenido a bien decretar lo siguiente:
Art. 1.- La casa de moneda de esta capital, hará una acuñación de moneda de cobre, cuyo máximum será de 30,000 pesos, 26,000 en cuartillas y 4000 en octavos de real.
Art. 2.- El grabado de las cuartillas será el siguiente: por el anverso el águila mexicana, y esta inscripción, “ESTADO DE DURANGO”, El reverso llevará dos laureles entrelazados y la siguiente inscripción, “SUFRAGIO LIBRE”, una cuartilla 1872. (El número de piezas de las cuartillas sería de 832,000).
El octavo llevará en el anverso el águila mexicana y la palabra “DURANGO” y en el reverso las iniciales S.L. que significan “SUFRAGIO LIBRE”, octavo de real 1872, el peso y la ley de estas monedas será el mismo de las que la propia clase están en circulación en el comercio del estado. Esto nos indica que serían en conversión de pesos a reales la cantidad de 256,000 piezas de los octavos de cobre que es nuestra investigación.
Art 3.- Las cantidades acuñadas serán introducidas semanariamente en la Dirección General de Rentas.
Art. 4.- Concluida la acuñación se procede a destruir en presencia del director general los cuños y matrices que sirvieron para la operación.
Art 5.- El Gobierno cuidará de que por lo menos la mitad de la nueva moneda se reparta en todos los partidos para el tráfico y comercio de los mismos.
Art 6.- La moneda de cobre acuñada en otros estados se reputará como moneda falsa y en consecuencia los tenedores de ella en los partidos donde está tolerada su circulación, la sacarán fuera del estado o la inutilizarán dentro de los ocho días siguientes a la publicación de este decreto en cada localidad, siendo la responsabilidad de los jefes políticos y demás autoridades perseguir como monederos falsos (falsificadores) a los que pretendan hacerla circular.
Por lo tanto, mando se imprima, publique y circule para su exacta observancia. Victoria de Durango. Enero 27 de 1872. Tomas Borrego. Mariano Herrera, secretario.
Con este decreto vemos como este General quería obtener dinero a como diera lugar para poder sostener su régimen en contra del presidente Juárez y a estas piezas se les considera anti juaristas por el simple hecho de haber sido acuñadas para sostener una revuelta en su contra y esto duró poco, pues el General Sóstenes Rocha entró al frente de la segunda división y ocupó la capital del estado el día 20 de mayo de 1872 y restableció el orden en el estado. En cuanto supo de las monedas de cobre que se emitieron como propaganda antijuarista, giró instrucciones de recoger y resellarlas con una “R” mayúscula que significaría “Republicanos” o sería la inicial de su apellido, esto aún no lo hemos comprobado, y tal vez seria una manera de promover el resurgimiento del gobierno de Juárez en el país. Estas piezas tienen el número de registro del catálogo Krause KM.-350, del octavito no se tienen registros de ellos en cuestión de existencia ya que por el corto tiempo del gobierno del General Borrego no lograron acuñarlos o si se acuñó una corta producción, éstos al caer en manos del bando contrario, se volvieron a fundir y no se conocieron en la circulación del estado. Es interesante seguir buscando entre los coleccionistas si existen algunos ejemplares que valdrían cientos o miles de dólares por su extrema escasez y por su historia que encierran por haber sido acuñados con el único fin de darle propaganda a un gobernador que no estaba de acuerdo con el presidente Juárez. El diseño de los octavos sería muy sencillo pero muy atractivos para el sostenimiento militar mientras durara esta revuelta, con esto queda abierta una incógnita de una pieza de nuestra ceca que esperamos algún día resolver y encontrar esta pieza tan misteriosa del año de 1872.