Por: Genaro Gabriel Ascencio Ortega
Que tal mis estimados lectores, nos reencontramos en una nueva edición y no me voy a cansar de decirlo, las eliminatorias estatales son solo eso y al final todos representamos a Durango, no al mini super, refaccionaria, farmacia u otros.
TODOS SOMOS DURANGO
Como ya lo habrá leído desde la semana anterior, se está desarrollando en la capital del estado, una edición más de las eliminatorias estatales con miras a la quinta edición de los Nacionales Conade, estamos en pleno Siglo XXI y no puedo creer situaciones que todavía suceden y parecieran increíbles. Durante el fin de semana en mi cobertura de los diferentes juegos pude ser testigo de algo que me dejo un detalle para el análisis. Si bien en ese momento el comedor tenia una buena afluencia, observe que llegaron deportistas de un municipio (para no quemarlos), en una de las mesas estaba la mitad de las sillas solas, por lo que cabían perfectamente, pero la persona mayor que iba con el grupo, les dijo que mejor pidieran su comida para llevar y les dijo “para que conviven con personas que van a ver quizás hasta el próximo año”, ¿En serio? Francamente al principio creí que había escuchado mal, pero una de las personas que estaba sentada en la mesa que les describí les hizo una seña para que las acompañarán, pero ante el comentario antes descrito los deportistas solicitaron su box lunch para irse al hotel. Más tarde por una entrevista me dirigí a la plaza del hotel, ahí se volvieron a encontrar los deportistas y aunque parecía que iban a convivir como lo hacen la mayoría, de nueva cuenta apareció el personaje de la discordia y los envió a su habitación a dormir ¿A las 20:30 horas? Creo que no tenía nada de malo que se hicieran amigos, talvez intercambiarían sus redes sociales, se hubieran tomado una selfie, pero desafortunadamente esto no ocurrió, no entiendo por qué y supongo que usted tampoco se explica porque sucedió esto.
NO FUE DISCRIMINACIÓN
En mi pasada intervención en este espacio, hable del pecado de ser deportista y estudiante, en el que señale que, para muchos maestros de educación media y superior, pareciera no importarles que uno de sus estudiantes no solo represente a su institución, sino a su estado e inclusive en muchos de los casos hasta su país. Año con año había sido testigo de cómo muchos atletas sacrifican sus descansos, inclusive la convivencia con su familia, desvelarse un para hacer sus tareas, pese a que día con día entrenan, para estar en las mejores condiciones físicas para participar en las diferentes disciplinas deportivas en las que ellos se desempeñan. Quizás lo recuerden, pero quienes estudian en el Instituto Tecnológico de Durango y en la Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado, m compartieron que esto desafortunadamente también ocurre con ellos, honestamente no los discriminé, les pregunte a algunos atletas y al no compartirme nada, decidí no mencionarlos para no ser imprudente, quizás en otras instituciones de educación media superior y superior suceda, pero por respeto no lo no mencioné, ojalá las cosas cambien para el buen del estudiante-deportista.. Por esta ocasión me despido, pero nos leernos la próxima edición primeramente Dios.
