Por: L.N. Cuquis Hinojosa
De nueva cuenta nos encontramos en este espacio estimados lectores, en esta ocasión les voy a compartir un interesante tema que espero sea de su interés. El Poder de Cambiar Hábitos.
LA NUTRICIÓN NO ES MAGIA
En consulta, es común escuchar frases como: “Vengo a que me digas qué comer para mejorar mi salud” o “Solo necesito una dieta para bajar de peso”. Sin embargo, lo que muchos no consideran es que la manera en la que han comido toda su vida es lo que los llevó a estar en la situación en la que están ahora. No basta con acudir al nutriólogo y esperar que un plan de alimentación haga magia; el verdadero cambio requiere compromiso, constancia y, sobre todo, disposición para adoptar hábitos saludables a largo plazo.
LAS ENFERMEDADES NO APARECEN DE LA NADA
Condiciones como la diabetes tipo 2, la hipertensión y la hipertrigliceridemia no son el resultado de un solo día de malos hábitos, sino de años de una alimentación inadecuada, poca actividad física y descuido en el bienestar general. Muchas personas buscan una solución rápida cuando ya tienen un diagnóstico, pero lo cierto es que la mejor estrategia es la prevención.
ES POCO A POCO
Si seguimos comiendo de la misma manera que nos llevó a la enfermedad, ¿Cómo esperamos que nuestro cuerpo mejore? Aquí es donde entra la verdadera importancia de un tratamiento nutricional: no se trata solo de recibir un menú, sino de aprender a comer de una manera que nos beneficie a largo plazo.
MÁS QUE UNA DIETA, UN ESTILO DE VIDA
El nutriólogo no tiene una varita mágica. Podemos proporcionar herramientas, planes de alimentación personalizados y orientación, pero si la persona no está dispuesta a cambiar sus hábitos, los resultados serán limitados. Es común que después de unas semanas las personas digan: “No vi cambios, esta dieta no funciona”,
LA VERDADERA PREGUNTA ES
¿Hiciste realmente los cambios necesarios o seguiste con los mismos hábitos de antes? No se trata de hacer sacrificios extremos o dejar de disfrutar la comida, sino de encontrar un equilibrio. Cambiar hábitos no significa dejar de comer lo que te gusta, sino aprender a hacerlo de manera inteligente.
TU SALUD DEPENDE DE TI
El primer paso para mejorar la salud es asumir la responsabilidad de nuestras decisiones diarias. No basta con acudir al nutriólogo y esperar que el simple hecho de tener un plan de alimentación solucione todo. Es necesario reflexionar sobre cómo hemos llegado hasta aquí y qué estamos dispuestos a hacer para mejorar.
TODO SUMA
Cada pequeño cambio cuenta: tomar más agua, aumentar el consumo de verduras, reducir los ultra procesados, moverse más. La clave no está en buscar soluciones temporales, sino en construir un estilo de vida que realmente nos haga sentir bien. Porque al final, la nutrición no es magia… pero tus hábitos sí pueden transformar tu salud.
SÍGUEME EN REDES
Si tienes dudas o sientes que no progresas, consulta a un especialista en nutrición que pueda guiarte de manera personalizada. Recuerda que tu bienestar es más importante que cualquier número en la báscula. Si te agradó la información compártela con tus amigos y conocidos. Diariamente subo muchísimo más contenido de valor y en las redes sociales, me encuentras como @k.nutri_lifehc_.
