>Miles de personas se congregaron en la Plaza IV Centenario para vivir el concierto de la agrupación chilena radicada en México.
Por Juan José Nava / La Voz de Durango
Durante la noche de luna llena del jueves 17 de octubre, la banda chilena del recuerdo que radica en México desde 1982, Los Ángeles Negros, llenaron el ambiente de temas clásicos recargados de letras y poesía ante miles de seguidores que asistieron a la Plaza IV Centenario.
El evento que surge por invitación del Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED) se llenó de nostalgia, inspiración y buenas voces entonadas con una nueva alineación de algunos integrantes de la emblemática agrupación que llegó elegantemente a la cita con los duranguenses ataviada completamente de traje negro con pañuelo y moño rojo.
De manera puntual, el concierto abrió con el tema “Déjenme si estoy llorando”, luego vinieron “A tu recuerdo”, “Amor por ti”, entre otras, que hicieron vibrar a los presentes, quienes no dudaron en unirse a las melodías de carácter inmortal, pues a pesar de su antigüedad, siguen vigentes en la memoria colectiva.
Después, la lista de éxitos trajo “Todo pasará”, “Ayer preguntaron por ti”, “Tanto adiós”, “Debut y despedida”, “Despacito”, “La mentira”, “Murió la flor”, “Serenata sin luna”, “Y háblame”, “Si conmigo tú no estás”, “Como quisiera decirte”, “Maldito piano”, “Porque te quiero”, “A la mujer que tanto amé”, “Si las flores”, “Mi ventana” y “Mi niña”.
El espectáculo buscó rendir un homenaje al creador del grupo Mario Gutiérrez y además, celebrar de forma extemporánea sus 57 años de llevar la música romántica por toda Latinoamérica, pues por designios de Dios, la agrupación le canta plenamente al amor y a entregar amor, según compartió el cantante Jhonny Antonio Saavedra.
El grupo dio lo mejor de ellos mismos para entregar una presentación que seguramente será recordada por los fans.
La noche culminó con los temas “Amar y vivir”, “Sabrás que te quiero” y “Y volveré”, lo que les valió unos emotivos aplausos que resonaron en todos los rincones de la gigantesca plancha, donde el público se unió en un coro, creando un ambiente de celebración.