- Perspectiva de un comerciante.
- Los principales problemas que enfrentan como propietarios de locales es el tema de indigencia y robos hormiga.
Sara Valenzuela / La Voz de Durango
El tema de la inseguridad es una situación que permanece latente y afecta a la sociedad en general y a los diferentes rubros comerciales, a pesar de que hay rondines por parte de las autoridades de seguridad, los dedicados a este gremio tienen que ingeniárselas para no ser víctimas de robo frecuentemente, sobre todo en el primer cuadro de la ciudad.
En un recorrido por las calles de la ciudad, platicamos con el propietario de un negocio de ropa sobre su perspectiva de inseguridad como comerciante y es que a decir verdad, al momento de estar a cargo de un local, diariamente te expones a que estas situaciones puedan ocurrir en cualquier momento, desde agravios al lugar, asaltos y sustos para los empleados.
Alfredo Campos Stenner, nos comentó que lleva 45 años como dueño de Tops Casual, una tienda de ropa ubicada en Aquiles Serdán y Constitución, y en este tiempo, años atrás fue víctima de robo en su negocio y daños en el mismo que tuvo que cambiarse y dejar de vender ciertos artículos que llamaban la atención, sin embargo, al momento de poner las denuncias correspondientes no recibían la espuesta inmediata por parte de las autoridades.
El entrevistado mencionó que los principales problemas que los comerciantes del Centro Histórico enfrentan a diario es el robo hormiga y el tema de indigencia, pues en ocasiones ellos buscan que les den dinero o comida y aprovechan también para robar, indicó que hace muchos años ocurría de manera frecuente la visita de “las farderas”, mujeres que entraban a los negocios con grandes faldas, distraían a los empleados y se llevaban hasta 30 pantalones.
“Son muy astutas, si te descuidas, en 30 segundos te pueden robar 50 pantalones, son muy listas y con la cuestión de las faldas que traen ellas entran, ven que hay dos empleadas, las entretienen, las alejan de cierta zona y las otras dos están robando y se salen, son muy listas, yo llegué a quitarles hasta 35, 40 pantalones Levi’s, que yo vendía en ese entonces; puse la denuncia, las agarré a media cuadra del negocio, vino la policía, se las llevaron y cuando yo di la vuelta ya las habían bajado, hay ciertos contubernios que en ese entonces así se manejaba”, expresó Campos Stenner.
PERCEPCIÓN DE INSEGURIDAD COMO COMERCIANTE
“Sí hay bastante inseguridad sobe todo aquí en esta zona de Constitución y Aquiles Serdán, de hecho tenemos un estacionamiento frente al negocio, donde se estacionan las motos y normalmente de tres o cuatro veces a la semana se roban motos o están tratándoselas de robar o los cascos, yo no entiendo por qué las autoridades a un año y medio que ya saben que aquí andan normalmente tratando de robar motos y lo que sea posible, no han puesto una cámara en calle Constitución y Aquiles Serdán para inhibir (…) sabemos que sí inhibe un poco, sería bueno, sí vienen los policías y hacen sus rondines pero pues los rateritos son muy astutos y esperan a que se vayan para ver en qué momento actuar”, añadió el entrevistado.
ALIANZAS ENTRE COMERCIANTES
Ante el diario batallar por años, mencionó Alfredo Campos que en ocasiones como agremiados han tenido que tomar cartas en el asunto y protegerse de los robos entre ellos mismos mediante avisos, pues señaló que al momento de hacer las denuncias sólo se pierde el tiempo porque no son atendidas y únicamente se generan pérdidas económicas.
“Nula, normalmente cuando yo puse mis denuncias por robo de años anteriores, nunca pasó nada, si no los agarramos ‘in fraganti’ en el momento, pues las autoridades nada más decían, no, pues va a estar difícil o hay que ver, entonces yo creo que por eso de alguna manera estamos reacios a poner las denuncias porque perdemos tiempo. (…) Sí, de hecho nosotros normalmente nos comunicábamos y decíamos, ahí van las farderas a tu negocio y nos empezábamos a pasar la cadenita para no dejarlas ya ni entrar a los negocios, o de repente ya veíamos que entraba alguien viendo qué hacer o robaba algo y lo etiquetábamos, tomábamos fotos, nos la pasábamos, era la manera de protegernos”, argumentó.
Finalmente, Campos Stenner manifestó que en el negocio han tenido que reforzar las medidas de seguridad, colocando cámaras, capacitando al personal para que se mantenga atento y más que nada que la persona en turno esté al pendiente de los que visitan el lugar.