- El capricho morenista de quitarle al PAN una capital.
Por: Aarón Quiñones
Vaya, vaya Tacubaya, el revuelo que se ha levantado en la semana pasada por las declaraciones del siempre polémico René Bejarano, alias el “Señor de las Ligas”, “El amo del conteo rápido”, y todo por decir que dentro de las encuestas que realiza Movimiento Regeneración Nacional (Morena), para las alcaldías en Durango se puede contemplar, si así lo desea, a la actual síndico municipal Alicia Gamboa, militante en activo del PRI.
Dentro de las declaraciones que hizo el político originario de la Ciudad de México se mencionaron también los nombres de la actual senadora Margarita Valdez, del guerrillero político José Ramón Enríquez Herrera, de la diputada suplente Martha Arreola, entre otros, pero el que destacó evidentemente fue el de la lider priista.
Como él lo dijo, no es para nada extraño que perfiles de otros colores y signos se integren al proyecto, lo importante es sumar, e incluso tuvo un diagnóstico muy atinado de lo que pasó con la alianza y con sus partidos “satélite”; el Verde Ecologista y el del Trabajo. Si hubieran ido juntos en algunos distritos le hubieran ganado más posiciones a la alianza del PRI-PAN-PRD, y eso, eso, es cierto.
Reconocer el avance de Morena en el estado a ultranza priista y panista no es envalentonarse con los apabullantes resultados de Claudia Sheinbaum, por el contrario, es leer bien entre líneas que la política de López Obrador de formar clientes antes que ciudadanos pensantes ha resultado, poco a poco hay más y más creyentes del movimiento, gente que mientras no le quiten el apoyo social poco le importa si hay mayoría absoluta en el Congreso, si sus jueces están o no preparados para impartir justicia o si el dinero que tributa es utilizado para darle mejores servicios y oportunidades, lo importante es que el depósito llegue puntualmente y sin mucho esfuerzo.
Pero más allá de esta tendencia de la gente de Durango de inclinarse a la doctrina de la Cuatro T, la intención de Morena de sumar por todos lados y cumplir ese capricho, esa cereza en el pastel de quitarle una capital al PAN, también es una estrategia adquirida, ya que en el estado no le ha dado resultados por completo. En su punto más alto, la votación morenista a nivel nacional no ha alcanzado sus objetivos en la tierra de los alacranes, por más que se ha buscado la “unidad” no se ha conseguido y las divisiones son demasiado marcadas, tanto así que el propio senador del Partido del Trabajo, Gonzalo Yáñez no soporta a las actuales figuras del morenismo local, y no se diga de la otra facción del doctor Enríquez.
Incluir un ingrediente como el de Alicia Gamboa a la fórmula, sin ser brujo adivino, pitoniso, u otra cosa, es simplemente agregarle un chile de árbol al caldo llamado Morena.
Quién sabe si la decisión de incluir a la síndico priista en las encuestas de Morena haya sido bien recibida por los cuatroteístas, ha sido evidente que no fue bien recibida por sus excompañeros de alianza partidista, los panistas, que con este tipo de señales tan claras están entendiendo que probablemente la siguiente batalla va a ser en solitario.
Es muy temprano, pero no lo es tanto, por que una vez que la presidenta electa tome posesión en octubre las desiciones políticas al interior de Morena tendrán otro rumbo y desde allá se va a definir quién va a competir no por 38 municipios rurales de un estado pequeño (y que poco les interesan), pero sí por comenzar a quitarle al PRI y al PAN los pocos bastiones políticos que tiene como es la capital duranguense.
