- Condiciones climáticas no ayudan.
- A pesar de las lluvias que se han registrado en el municipio, algunas cosechas no se ven favorecidas.
Sara Valenzuela / La Voz de Durango
La temporada de lluvias es fundamental para la producción de las cosechas, a mediados de junio empezaron a suscitarse las primeras precipitaciones y en julio se volvió a tener registro de las mismas, sin embargo, para algunos frutos, las condiciones climatológicas actuales no es muy favorecedor, como lo es en el caso de las manzanas, comentó Ángela Rojas Rivera, alcaldesa de Canatlán, pues las horas de frío que necesitan las manzanas ya no se cumplió, por lo que se realizará un censo para ver qué se puede hacer y en cuánto puede disminuir la recolección.
“Las condiciones climáticas no nos ayudan mucho ya, el árbol manzanero necesita ciertas horas de frío lo cual ya no cumplimos, ayer estábamos en pláticas con unas personas que están haciendo un censo para ver cuántas hectáreas están plantadas con árbol de manzana, qué se puede hacer o qué tipo de árbol, qué otro tipo de manzana podemos poner que se adapte al clima y aparte los insumos para tener una huerta de manzanas son muy caros”, precisó la presidente municipal.
En ese sentido, Rojas Rivera señaló que el contar con un huerto de manzanas es muy costoso en cuanto a cuidados, ya que hay químicos como los fertilizantes que en ocasiones no están al alcance de todos los productores, sumando el precio del diésel para llevar a cabo la importación del fruto, son factores importantes que han afectado el tema de la fruticultura en Canatlán, concluyó.
Cabe mencionar que al momento de plantar árboles de manzanas se debe tener un espacio para la colocación de suficientes polinizadores, es decir, por cada árbol polinizador debe haber dos o tres árboles grandes. Las podas regulares son esenciales para la vitalidad y productividad de los árboles; este fruto es sensible a la humedad baja, por lo que las lluvias regulares benefician en su proceso, en cuanto a las condiciones climáticas, el exceso de aire daña severamente los manzanos, así como una sequía prolongada, por lo que este cultivo es próspero en temperaturas de 21 o 24° C.