No se enojen, pero AMLO no le cumplió ni una promesa a Durango.
Por Aarón Quiñones
Un tema común a discutir entre quienes gustan de la política y sus acomodos es definitivamente los logros que el saliente presidente Andrés Manuel López Obrador obtuvo a lo largo de sus ya casi 6 años de gobierno. Unos destacan las formas más que las cifras, sí porque son partidarios de la Cuarta Transformación, otros contrarios con cifras en las manos hacen un balance completamente diferente.
A nivel nacional, Dos bocas, el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles o mejor conocido como el “Chaifa”, obras insignia de López Obrador y que consumieron cantidades estratosféricas del presupuesto nacional, aún, a pesar de lo que digan los defensores y partidarios del originario de Tabasco, pues nada más no están.
Primero el Tren Maya, diseñado para activar económicamente al sur del país, conectarlo, hacer ricos a muchos contratistas de aquella región y que brinden trabajo a la población, todo muy bien intencionado, pero el tren, lento, construido en zonas irregulares, e incluso en reservas ecológicas parece que no quiere andar.
Hace poco organizaciones de transportistas convocaron a un paro nacional debido la falta de pago por su trabajo, que entre muchas otras cosas se trata de llevar y traer materiales a esas zonas, que francamente están incomunicadas e inaccesibles. Quejas, recursos interpuestos por ecologistas, reserva de datos de la obra, la polémica de los terrenitos de Nico y la gerencia de la Secretaría de la Defensa Nacional han hecho de este tren un verdadero” elefante blanco”.
La refinería Dos Bocas, parte de ese hito popular en el que todos los tíos de la familia discutían que cómo era posible que México siendo un país productor de petróleo le siguiera comprando gasolinas al cochino extranjero, por esa creencia se planteó la solución a la carestía de este combustible. No hay más que recordar los polémicos post en redes sociales del propio López y su promesa de que la gasolina iba a costar 10 pesos, también de una polémica senadora. Ese día no ha llegado, pero tampoco ha llegado la puesta en marcha de esta destiladora de productos pétreos.
La tarde de este sábado 6 de julio se informó que una fuga de gases provocó que cientos de trabajadores tuvieran que evacuar las instalaciones de la refinería mal hecha e infuncional, de la cual no hemos recibido ni un solo litro de gasolina cien por ciento mexicana, o si usted sí, diga dónde para ir a comprar un litro y guardarlo para la historia.
El AIFA impulsado más por el odio que por la elocuencia, no fue tan caro como lo han sido Dos Bocas y el Tren Maya, pero ha servido para lo mismo. La ubicación, su peor pecado, mas allá que si parece camionera, más allá que las propias compañías de aviones no quieren utilizarlo, más allá de toda la grilla, qué difícil es llegar hasta allá. Ahora quieren hacer un tren para llevarte el aeropuerto, ah, no, bueno.
Pero lo más importante, López Obrador como ha tratado a Durango, recordemos que la primera promesa fue traer la Comisión Nacional Forestal al estado con mayor producción de madera, es decir, aquí mero, pero de eso nada más la promesa. Parecería que iban a transportar ladrillo por ladrillo al edificio de la dependencia, pero no llegó ni uno solo, por el contrario, la Conafor redujo el presupuesto para el combate a los incendios, dejó a los estados y municipios solos, que es que por corruptos, pero en lugar de denunciar dirigió el dinero para otras cosas, así mismo en la Comisión Nacional del Agua, la Coordinación Nacional de Protección Civil, y del programa Sembrando Vida, pues muy bien, en lugar de poner a producir sus propios árboles a los campesinos del estado, les trajeron guanábanas para sembrar en la sierra, bien por ellos.
Luego está el Agua Saludable para La Laguna, que nada más usó de pretexto para humillar al en ese entonces gobernador de Durango, José Rosas Aispuro Torres con una consulta a mano alzada para quitarle el presupuesto de un metrobús que estaba prácticamente listo para hacer sí una obra muy necesaria, pero que desde entonces por distintas razones y circunstancias no está lista, y eso lo dice la gente.
Por último, entre las promesas incumplidas esta el Centro Penitenciario Fantasma, una obra concebida desde un inicio como un monumento a la corrupción. El mismo Andrés Manuel reveló un esquema con el que funcionarios de Enrique Peña Nieto accionaban este tipo de obras, las ofrecían a los gobiernos estatales, en este caso al de Jorge Herrera Caldera, luego las autorizaban y la única condición que ponían es que fueran los constructores que ellos designaban los encargados de la realización; así el dinero se quedaba entre familia, de esa misma forma se hizo el hoy Hospital de Especialidades en Gómez Palacio.
Entre las obras magnánimas del sexenio de Herrera Caldera estuvo el nuevo Centro Penitenciario, que se planteó así para despresurizar los Centros de Reinserción locales, que presentan sobrepoblación hasta la fecha, pero el problema vino cuando se dieron cuenta el dineral que iba a costar no la obra, sino la operación. Por más esfuerzos que se hicieron nadie pudo concretar que la federación absorbiera parte del gasto. El penal, muy bonito eso sí, fue heredado a Rosas Aispuro, en medio de la debacle priista y la llegada de López Obrador que no buscaba a quién se la hizo sino quién se la pagara, entonces fueron seis años de limpiar y pulir pisos y paredes porque el penal nunca funcionó.
Luego con el cambio de gobierno local, Esteban Villegas conoció de la problemática y planteó una situación; convenció en el 2023 al Congreso de enajenarlo a favor del gobierno federal y que fuera utilizado para albergar personas privadas de su libertad con penas de índole federal, es decir, narcos y pistoleros, así como los que falsifican documentos.
Lo anterior se logró e incluso durante una visita del presidente AMLO y su secretaria de Seguridad, Rosa Isela Rodríguez, anunció que el centro penitenciario nuevo ya era propiedad del Gobierno federal, por lo que contarían con tres penales en el estado de Durango. El primero es el ubicado en el municipio de Guadalupe Victoria, el otro está en Gómez Palacio y el tercero se localiza a 30 kilómetros de la capital del estado.
La único malo de lo anterior es que otra vez el gobierno de la Cuarta Transformación ha dejado a Durango como novia de rancho, vestida y muy alborotada, o corrijan por favor si pueden responder estas preguntas: Hasta el día de hoy el penal federal ya funciona, cuál es su población, cuándo se hicieron convocatorias para personal, cuánto presupuesto tiene.
Si ya funciona, bueno, háganoslo saber; vaya forma de cacaraquear los logros que tiene el Presidente en Durango, no somos adivinos, si no informan es lo mismo que ocultar y sobre todo, no se enoje, no se ofenda, sea crítico y exija.