“Ay Durango, cómo suspiro cuando te miro”: La Rondalla de Amor de Saltillo

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>La agrupación del recuerdo trajo sus poemas hechos canción a cientos de asistentes reunidos ayer en el Teatro Ricardo Castro.

Por Juan José Nava / La Voz de Durango
La fórmula romántica del recuerdo impregnada de voces vivas recargadas de apasionadas frases que enamoraron a cientos de personas reunidas en el Teatro Ricardo Castro, fue parte de lo que se vivió durante la noche del miércoles 8 de mayo con la presencia de la Rondalla de Amor del Saltillo que, tras algunos meses de ausencia por tierras duranguenses, se reencontró con un público ávido por escuchar una selección de grandes canciones bonitas que resaltaron ante todo, la belleza de la mujer y el sentimiento más intenso del ser humano, el amor.

Por iniciativa del Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED), la rondalla arribó elegante y puntual a la cita, con la disposición de entregar el corazón en el escenario, y así fue, pues de principio a fin, no reparó en inundar de bellos poemas hechos canción para teñir el ambiente de color rojo carmesí.

En esta ocasión, las melodías fueron dedicadas con especial intención a ese ser maravilloso que de forma desinteresada ve por los suyos antes que por ella, y en agradecimiento a quien honor se merece, le fue entregada una bella dádiva para alegrarle el momento, nos referimos a mamá, como un preámbulo a su celebración por el 10 de mayo.

“El mundo”, “Mucho corazón”, “Amor mío” y “El día de tu boda”, fueron algunas de las canciones que inundaron la atmósfera de gratitud.

La dedicatoria a la mujer duranguense fue el ingrediente que aderezó el ambiente de cariño, pues la admiración se hizo evidente con una serie de bellos poemas compuestos que tocaron las fibras más sensibles de las homenajeadas.

“Qué hermoso es ver a la mujer plena, realizada… cuando una mujer se ve plena, realizada y feliz, se ve hermosa, y qué bonito es verlas sonrientes, felices porque a su vida ha llegado el amor, aquel amor que siempre habían esperado, aquel amor con quien quiere pasar el resto de su vida, pero cuando está ahí, frente al altar, para dar un sí a Dios, un sí a él, y un sí a ella, le viene una pregunta ¿me amarás igual cuando tu pelo se vista de blanco y cuando mi pelo se vista de blanco?… para que vivas en el corazón eternamente”.

Pronunciando tan emotivas palabras, salió a relucir entre el sonido de las cuerdas el tema “Mi linda esposa” y la inspiración continuó aludiendo precisamente a Durango y sus mujeres.

“Ay Durango, como suspiro cuando te miro… Durango de mis amores, tierra bendita de mil colores, colores vivos como la luz, luz que se vuelve fe y esperanza de gente buena que baila y canta en una fiesta donde no hay fin, busco los ojos de una morena, y porque será que las mujeres de Durango tienen un brillo tan hermoso en la mirada que cuando uno las ve, te llenas de dulzura y quisieras vivir para siempre esa locura y hasta te olvidas de la amargura por tocar tu cintura, preciosa criatura, porque la naturaleza en ti hizo una escultura…”.

Pero no todo fue miel sobre hojuelas, porque el amor también tiene su otra cara y la música romántica no es la excepción, ya que también tiene sus deslices y alude al desamor -y porque todos alguna vez lo hemos vivido-, también vinieron a la escena letras de dolor, de recuerdo y de perdón, todas ellas con aire de tradición mexicana que nos recordaron también que las noches de mezcal para librar los rencores, también son necesarias.

“Paloma querida”, “Se me olvidó otra vez” y “Amor de los dos”, fueron otros de los temas que salieron a relucir a la escucha.

Finalmente, tras poco más de 60 minutos de concierto, la Rondalla de Amor del Saltillo a manera de complacer al respetable, cerró la noche con la esperada “Wendolyne”, que, al concluir, fue ovacionada por más de un minuto, lo que fue sinónimo del agrado del público, que una vez más, quedó complacida ante la propuesta musical de la agrupación coahuilense.