- Albañiles y constructores festejan este 3 de mayo.
- Religiosidad y paganismo se unen en torno a este símbolo de evangelización.
David Enriquez / La Voz de Durango
¿Acaso no es la Cruz un instrumento de salvación para los hombres y el destino final del hijo de Dios? Hoy convertida en símbolo universal de evangelización para muchos países, en México católico representa más que eso y se ha convertido en motivo de fiesta popular, su festejo data en tierra azteca desde 1514 cuando se construyó la primera capilla en el Cerro del Tepeyac; aún continúa hasta nuestros días a grado tal que muchos barrios o comunidades la veneran y celebran cada día 3 de mayo, aunque en Durango ya son contados los lugares donde todavía sigue viva esta tradición que ha sido heredada de generación en generación.
“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu cruz redimiste al mundo”, así se escucha una de las muchas oraciones en torno a la Cruz que se venera en muchos templos y forma parte de las tradiciones populares de barrios y colonias; es el símbolo que representa a albañiles y constructores que este 3 de mayo hacen fiesta por todo lo alto.
Aunque su popularidad no alcanza las dimensiones del 12 de diciembre cuando celebran a la virgen de Guadalupe, lo cierto es que va muy ligada porque el festejo proviene desde 1519 cuando los evangelizadores promovieron la construcción de la primera capilla sobre el cerro del Tepeyac y cuya representación de cristianismo es la cruz. Por ello se relaciona también a la industria de la construcción.
Desde entonces en todo el país se celebra y conocen incluso como Día del albañil el 3 de mayo al considerar los obreros y constructores que ésta les protege en su trabajo, aunque en sentido estrictamente religioso es un día dedicado a la Santa Cruz por ser el instrumento a través del cual Cristo venció a la muerte para el perdón de nuestros pecados. Por ello, en muchos templos es su máximo símbolo de adoración y le dedican un día de celebración que transcurre entre religiosidad y paganismo. “Cruz de Cristo, Sálvanos”.
En México entero se celebra esta festividad y Durango no es la excepción, existen sitios emblemáticos de tradición ancestral donde el 3 de mayo es un día de fiesta. Misa, danzantes, verbena popular, son elementos que se mezclan en torno a la cruz. Además, en las construcciones y obras es tradicional celebrar alguna misa o asistir a la tumultuaria que encabeza el arzobispo y después todo se torna en festejo con bebidas y mucha comida.
Sin embargo, en su contexto más religioso, barrios populares como Tierra Blanca, El Calvario, colonia Morga o el ejido La Magdalena en Nuevo Ideal y muchos otros, le dedican jornadas previas con novenario de rosarios como sucede en la Morga. La mayoría de las fiestas religiosas en honor a la cruz comienzan desde muy temprana hora con cohetes anunciando lo que será una jornada larga de fiesta.
No obstante, con el paso del tiempo este tipo de tradiciones en algunos lugares tienden a apagarse, sobre todo porque las personas que dan impulso han ido desapareciendo o cambiándose de lugar y a las nuevas generaciones poco o nada les interesa. Aunque aún se hacen grandes esfuerzos porque este día no pase desapercibido y sea festejado como se ha hecho durante décadas.
Todavía sigue viva la ancestral tradición de celebrar el significado de la cruz que los católicos saben es instrumento de salvación, mezclándolo además con tintes paganos que convierten a este día en una verdadera fiesta popular. Así sucede en el popular barrio de El Calvario, donde a pesar de que ya es poca la gente que ahí vive, los herederos continúan la festividad con el afán de que no desaparezca y las nuevas generaciones vayan adoptándola.
Lo mismo sucede en el Cerro de la Cruz que se ubica en Tierra Blanca, en la parte más alta de la calle Granada y Lerdo, cada 3 de mayo se hace la verbena popular que comienza con misa, danzas todo el día y kermés con venta de antojitos. El templo de la Santa Cruz en la colonia Morga va más allá, con el apoyo de religiosos y la comunidad se realiza un novenario previo de rosarios por la mañana y tarde, culminando la fiesta alrededor de las 10 de la noche con la quema de pólvora.