>”Los queremos mucho Durango, nuestra segunda tierra”: Caballo Dorado.
Por Juan José Nava / La Voz de Durango
Más de 15 mil asistentes se reunieron durante la velada del domingo 7 de abril en la Plaza IV Centenario durante el concierto de clausura del Festival de la Ciudad “Ricardo Castro” 2024, con la participación del grupo de música country Caballo Dorado, quien regresó después de algunos años de ausencia para llevar a cabo una gran fiesta especial donde se tendría la meta de romper un récord con la mayor afluencia de personas bailando “Payaso de Rodeo”.
Pasadas las 20:00 horas, los integrantes de Caballo Dorado arribaron campantes al escenario con la canción “Vaqueros de Rodeo”, luego con “No Rompas Más” y “Arriba y abajo”.
Los vaqueros enfundados con sus ajustados pantalones y hebillas de metal, la rompieron en serio y no cedieron turno al aburrimiento, pues el ritmo, el baile cadencioso y dinámico como el piaffe, muy similar al de un caballo de demostración que asemeja un trote sobre un punto en concreto, mismo que se dejó sentir sobre la gigantesca plancha del centro histórico de la capital duranguense.
El repertorio fue vasto, abarcó toda una historia de éxitos, desde los orígenes de Caballo Dorado hasta los últimos arreglos que han definido su esencia.
Entre las canciones resonaron también “Carretera 54”, “El Sur”, “Vaquera sexy”, “Reyna Morena / chiquilla”, “Siempre te amaré”, “Un chico loco”, “Mi dulce amor”, “Solo contigo”, “Niégalo”, “Pisa el acelerador” y “5 muchachos vaqueros”.
También presentaron a la nueva sangre galopante que habrá de suceder el legado del grupo, talento fresco recién salido a escena que se consagrará como los herederos del baile más famoso de la escena del country en México.
Asimismo, se sintió la soltura y la experiencia de los también músicos en el escenario al interpretar con magistral ejecución el clásico de tres violínes “The devil went down to Georgia” o mejor dicho en español “El diablo bajó a Georgia”, una canción proveniente de Texas, Estados Unidos, que de The Charlie Daniels Band creó en 1979, y que Caballo Dorado sacó a relucir dejando atrás el evidente nivel de dificultad que supone.
Como estaba previsto, nuevamente llegó “No rompas más”, siendo el inicio del final del concierto que muchos esperaban, pues se tenía la meta de superar el récord que alguna vez ostentó el estado de Chihuahua con dos mil asistentes en una presentación de Caballo Dorado, que aquí fácilmente vapuleó en números al estado grande, ya que había más de 15 mil almas congregadas.
Y así fue el final, rápido y furioso, coordinado y acentuado, completamente entretenido y bien definido, en el que los más de 15 mil duranguenses a pesar de estar prácticamente abarrotados, bailaron al son del ritmo el “Payaso de Rodeo” dirigiendo sus pasos a los cuatro puntos cardinales de manera repetitiva, al compás de un payaso que sobre el escenario dictaba la coreografía al igual que los talentosos jóvenes de la Compañía Folklórica Toltécatl A.C. que también tuvieron a bien dirigir enseguida al escenario, la sutil coreografía.
El sueño que se había anunciado se cumplió, pues si se rompió el récord, y aunque no está escrito en algún libro que lo avale, las imágenes hablan por sí mismas y son la total evidencia de que así fue de manera indiscutible, pese a quien le pese.
“Los queremos mucho Durango, nuestra segunda tierra”, finalizaron su intervención en el micrófono Los Caballo Dorado despidiéndose desde lo alto del escenario.
Como era de esperarse, los aplausos, vítores y sonrisas esbozadas en los rostros no pudieron ser más que el sinónimo de que el concierto fue todo un éxito.
