Dune 2, una historia mesiánica

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>La segunda parte de la película dirigida por Denis Villeneuve se centra en la figura de Paul (Timothée Chalamet) como el posible salvador de Arrakis. El filme llegó a los cines duranguenses desde el pasado jueves.

EFE / Agencias
Tras una primera parte en la que se presentaba a los personajes principales y se trazaban las líneas de lo que estaba por venir, en la segunda entrega Villeneuve se centra en la figura de Paul como el posible salvador de Arrakis, como marca una profecía en la que cree una parte de los fremen.

El realizador canadiense ahonda en ese lado mesiánico de Paul y de quienes ven en él un salvador, en una narración filosófica que recuerda a una de sus películas más conocidas, Arrival (2016), con algunas (pocas) trepidantes batallas.

Aunque Chalamet es el protagonista absoluto como Paul Atreides -llamado a ser el líder de la revolución contra el poder absolutista del emperador (Christopher Walken)-, la película cuenta con un reparto espectacular.

A Zendaya (Chani), una guerrera fremen, se unen Rebeca Ferguson (Jessica, madre de Paul), Javier Bardem (Stilgar, líder de los fremen), Stellan Skarsgard (barón Harkonnen, enemigo de los atreides), Josh Brolin (Gurney Halleck, maestro de Paul), que repiten sus papeles de la primera entrega.

Y se incorporan Austin Butler (Fey-Rautha, sobrino del barón y aspirante a sucederle) o Florence Pugh (princesa Irulan).
Todos ellos forman parte de una trama que se desarrolla en el planeta desértico Arrakis, el único lugar del universo que contiene una preciada sustancia llamada ‘especia’, que esquilman el emperador y las Grandes Casas que le apoyan frente a la defensa de los fremen, la población autóctona.

Es la esperada continuación de una primera entrega, de 2021, que recibió muy buenas críticas y diez nominaciones a los Oscar -de los que se llevó seis en categorías técnicas-.

Y aunque su taquilla de 402 millones de dólares se quedó lejos de los 1.912 de Spider-Man: No Way Home, fue suficiente para garantizar una segunda parte, tal y como había concebido Villeneuve el proyecto.

Entre los dos largometrajes 321 minutos (casi 5 horas y media) para contar la historia que el estadounidense Frank Herbert publicó en 1965 y que se convirtió en una novela superventas. Tanto que hizo una trilogía –Dune, El mesías de Dune (1969) e Hijos de Dune (1976)-, a la que siguió otros tres títulos.

Y ahora, tras el estreno de una segunda parte, no se descarta que Villeneuve se embarque en una tercera. «No es que quiera hacer una saga, pero esto es Dune, y Dune es una gran historia. Para hacerle honor, creo que se necesitarían al menos tres películas. Ese sería mi sueño», explicó el realizador en una entrevista en 2021.