- Todo un reto.
- Esta industria afecta el medio ambiente y la salud de los duranguenses.
Marco Santos / La Voz de Durango
En la capital, persisten las operaciones de las ladrilleras, una industria vital para el sector de la construcción pero que tiene un impacto negativo en el medio ambiente y en la salud física de los ciudadanos.
En este contexto, el presidente municipal, José Antonio Ochoa Rodríguez, aseguró que se abordará esta situación de la mejor manera posible, pues reconoció que algunas familias dependen económicamente de estas ladrilleras, por lo que enfatizó la importancia de trabajar en pro del medio ambiente y de proporcionar opciones laborales alternativas para los ladrilleros.
Es relevante destacar que la administración actual logró el derribo de alrededor de 20 ladrilleras. Además, la Dirección Municipal de Medio Ambiente (DMMA) anunció que el próximo programa tiene como objetivo reubicar estas industrias en el Parque Industrial Ladrillero (PIL). Sin embargo, la lucha es constante, ya que por cada ladrillera cerrada, surgen dos nuevas. En esa línea, actualmente, el padrón registra aproximadamente 200 ladrilleras en la capital.
Asimismo, es importante subrayar la urgencia de implementar medidas más estrictas para regular y controlar el funcionamiento de las ladrilleras, con el fin de reducir su impacto ambiental y proteger la salud de los duranguenses. Esto podría incluir la aplicación de tecnologías más limpias y eficientes en la producción de ladrillos, así como programas de capacitación y apoyo para la transición hacia prácticas más sostenibles.
Además, se requiere una mayor colaboración entre el gobierno local, la industria y la ciudadania para encontrar soluciones viables que promuevan el desarrollo económico sin comprometer el medio ambiente ni la calidad de vida en la capital.