Creo en un FUTURO y lo construyo HOY.
Por Patricia Sierra
Durango, Dgo.
Cada día es más “normal” encontrarnos donde se involucra la violencia, y lo frustrante es que ver a la misma autoridad que induce al ambiente violento excusando que alguien más lo provocó, por lo mismo debemos detenernos a preguntarnos ¿Se conoce lo que es violencia? ¿La sociedad en general conocerá los tipos de violencia? Es importante partir desde este punto para buscar crear mejores entornos para desarrollarnos. La penosa situación que se vivió unas semanas con el “honorable” cabildo no debería ser pasar la página, que aunque el propio agredido de manera directa optó por la omisión al actuar conforme a derecho, siempre desde el civismo debió priorizar el respeto no solo a su persona sino el honrar a la sociedad duranguense. Fungen como figuras representantes de un municipio, a su vez ¿Dónde está el Congreso? Los propios organismos e instituciones que velan por el DERECHO deben fijar un posicionamiento ante estas situaciones, precisamente para erradicar la violencia tan naturalizada hoy en día.
Sigo sin entender las férreas ganas de declarar que Durango es una de las entidades más seguras en el país, ¿Para qué? ¿Para seguir presumiendo la ignorancia? Los propios comerciantes reportan 15 robos a la semana ¿y los que no se denuncian? ¿Podemos estar confiados y sentirnos seguros con la policía con la que nos “cuida”? ¿Cómo van los robos de autopartes? ¿Disminuyeron los índices de violencia familiar? ¿Sigue el acoso sexual en escuelas y trabajos? ¿Los despidos injustificados contra personas que señalaron irregularidades? ¿Siguen hackeando y cometiendo delitos cibernéticos? ¿Para quiénes resulta un estado SEGURO? ¿Solo para los de la reunión dominical? Como sociedad debemos exigir que las autoridades actúen en el momento que suceden los hechos.
Minimizan y dejan de lado la declaración de Jorge Salum, al denunciar la intromisión del Crimen Organizado en temas político-partidistas, a esto debiera imperar la cordura de la propia autoridad en el actuar, pero es más cómodo permitirse en señalar que es una ingratitud del personaje el dejar las filas de un partido que le dio tanto, y así lo de siempre, pero eso de siempre es lo que nos debemos cuestionar ¿En todo este tiempo que se ha visto incrementarse la violencia qué se ha hecho? O ¿Por qué no se puede hacer más? Cuando se dan acontecimientos de esta índole en los últimos tiempos es coincidencia que los responsables enfermen de COVID. Los duranguenses vamos conociendo de primera mano la realidad de las cosas.
La violencia con la que se actúa desde la propia autoridad es precisamente esa indiferencia con la que se conduce ante toda la violencia que se vive y otros sobreviven con la VIOLENCIA INSTITUCIONAL, otro de los ejemplos que estamos presenciando en estos tiempos es el influyentísimo con el que se han conducido los servidores públicos, vimos un director portando arma intimidando a una familia, fuimos testigos de cómo un gobernador en turno intente intimidar a una familia para que se desista de una denuncia.
La intención de legislar para sancionar a quienes cambien de partido en partido buscando un puesto, es tan risorio ante el escenario que estamos presenciando, ya no sorprende que inmediatamente señalen una ingratitud a que señalen y coadyuven en rescatar a la sociedad del crimen organizado. Es duro enfrentarnos ante la posibilidad que estemos cerca a padecer lo que se vive en Zacatecas y Guanajuato precisamente por apostarle a la banalidad y a la política chula barata.
El homicidio del joven que venía cruzando en tránsito en La Comarca Lagunera (Gómez Palacio) quien fue brutalmente atacado por elementos de seguridad de la Dirección Municipal, que hoy ya se encuentran en el CERESO simplemente jamás debió suceder, los indocumentados encontrados encerrados en bodegas en Cd. Lerdo, Durango. ¿Con el silencio de quién han logrado cometer estos delitos? ¿Se siente seguro viviendo en Durango? ¿Se necesitan más políticos que dejen de guardar silencio para mantenerse en el poder y a cambio de qué de nuestra vida y de nuestro patrimonio?
Durango, despierta.