Por Omar García Rosales
Una de las grandes situaciones que se ha visto en las películas de DC Comics, es la de presentar una versión extendida de la cinta que ate todos los cabos sueltos, con la intención de mejorar la experiencia del espectador. Esta situación ya se había visto tiempo atrás en Superman II.
Superman II nos presentaría a los villanos Non y Ursa liderados por el general Zod, quienes fueron liberados accidentalmente gracias a Superman, consiguiendo gracias a el sol de nuestro sistema solar, las mismas habilidades y poderes que el hombre de acero. Mientras tanto el romance entre Superman y Lois Lane ha llevado al último hijo de Kryptón a revelar su identidad secreta y abandonar sus poderes para llevar una vida normal con Lois. El gran problema es que Lex Luthor ha hecho un trato con los tres kryptonianos que odian al hijo de Jor-El, por lo que un Superman sin poderes, tiene que encontrar la manera de detener a los villanos y revertir el proceso que le quito sus habilidades sobre humanas.
Richard Donner había decidido crear una nueva entrega que fuera más grande y atrevida, que hiciera justicia a la primera entrega. Superman y Superman II fueron rodadas de formas casi simultáneas y estrenadas con poco más de un año de separación, a meses del estreno de la cinta la productora dejo fuera a Donner con la firme intención de reducir el presupuesto regrabando algunas escenas y utilizando material previamente grabado. Optando por el director Richard Lester quien en diciembre de 1980 nos presentó Superman II en la pantalla grande. La cinta conto con un éxito moderado, aunque con el paso del tiempo los seguidores comenzaron a observar las diferencias que había en la promoción previa y en el resultado final. Estos rumores causaron que en 1983 se volviera a estrenar la cinta con material adicional, causando una mayor controversia que fue alimentada durante casi diez años con especulaciones y teorías sobre la filmación oculta de Superman II.
A finales de los años 90’s gracias a material filmado por Donner que se filtró a internet, a la Warner Bros, no le quedó otra que lanzar en 2006 la versión de Richard Donner. La cual se aleja con creces del metraje final presentado por Lester, en donde no solo importan las escenas extendidas o eliminadas como en las cintas actuales de DC Comics, sino que en realidad se trataba de otra película.
La gran sensación que la cinta Superman II ha dejado en los seguidores del hombre de acero, es que esta fue un metraje que siempre fue perseguido por la sombra de una película incompleta, la cual de haber sido la versión original de Donner, seguramente hubiera sido una obra maestra a la altura de la primera parte con un director en el mejor momento de su carrera.